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CIUDAD DE MÉXICO, 6 de enero de 2020. —México es uno de los pocos países que acuña sus monedas y fabrica sus propios billetes, que son de los más seguros del mundo. La calidad de su impresión es tan buena, y sus diseños artísticos y medidas de seguridad tan bien evaluados, que “maquilamos papel moneda para países centroamericanos”, apuntó Patricia Rodríguez López, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
El Banco de México (Banxico) está en el top de la tecnología para evitar la falsificación y garantizar su valor, así como su eficiencia en el intercambio seguro y ágil de mercancías, bienes y servicios, afirmó por medio de un comunicado.
Antes de circular, los nuevos billetes pasan por un control de calidad y un detallado sistema de seguridad. Sin embargo, ningún papel moneda, ni en México ni en el mundo, se escapa de la falsificación, aclaró.
El más falsificado La población cree que el billete más falsificado es el de 200 pesos, pero para el Banco de México, es el de 500 pesos. En 2018 las falsificaciones de este billete representaron 46.08 por ciento del total. En nuestro país, a veces es muy burda la falsificación (hasta fotocopias circulan), y en comunidades con economías y comercio más cerrados, hay transacciones incluso con monedas fuera de circulación.
“En la Sierra Norte de Puebla un día me dieron un tostón, de esos grandes de cobre, con la efigie de Cuauhtémoc”, recordó la universitaria.
A nivel mundial, “debe ser el dólar el más falsificado, porque es el de mayor aceptación y pareciera que tiene menos medidas de seguridad que nuestros billetes”, sostuvo la economista universitaria. Recordó que recientemente se presentaron los nuevos billetes de la familia G, con denominaciones de 50, 100, 200, 500, 1000 y 2000 pesos, que son más seguros y sustituirán a los de la familia F, que comenzaron a circular en 2006.
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