Emite Sesa Querétaro recomendaciones para el cuidado de la columna lumbar
MÉXICO, 9 DE JULIO 2017.- La anorexia es uno de los trastornos de la conducta alimentaria más frecuentes. Afecta, sobre todo, a mujeres jóvenes con un pico máximo de incidencia en la adolescencia, calculándose que lo padecen aproximadamente al 1% de las mujeres menores de 25 años.
“Las personas con anorexia tienen una imagen distorsionada de su cuerpo, de modo que se ven gordas aunque estén peligrosamente delgadas. A menudo no quieren
comer, practican ejercicio de manera compulsiva y adquieren hábitos poco usuales como negarse a comer delante de otras personas. Pierden una gran cantidad de peso e, incluso, pueden morir por inanición”, indica la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), destaca EFE.
Asimismo, la Asociación Española de Pediatría (AEP) explica que se trata de una enfermedad de origen mental. Quienes la padecen “tienen una preocupación excesiva por el peso que les lleva a disminuir la cantidad de alimentos que ingieren y a seleccionar los de menor contenido en calorías. Este comportamiento implica una importante pérdida de
peso, que puede llegar a una desnutrición grave”, apunta.
“A veces, para adelgazar, realizan excesivo ejercicio físico, toman laxantes o diuréticos o se provocan el vómito. Habitualmente, aparece en personas con tendencia a la insatisfacción personal. Buscan un cambio en su aspecto físico y la pérdida de peso constituye un ‘éxito’ que aumenta su autoestima”, señala esta entidad.
Además de los síntomas principales, la AEP manifiesta que la anorexia suele traer asociadas complicaciones físicas y psiquiátricas como trastornos en la menstruación
o desaparición de la misma, alteraciones en los huesos que, a largo plazo, conllevan fracturas y deformidades óseas, piel seca y caída del pelo.