Los límites de la complacencia
Lecciones de la elección
–¿Estados Unidos es un imperio en decadencia?
–¿El sacrosanto mito de la democracia perfecta se derrumba?
La elección presidencial está atorada. La cuenta provisional favorece a Joe Biden, sin embrago, el resultado definitivo se mantiene en suspenso.
Trump promete berrinche monumental; ir a tribunales, antes de salir por la puerta trasera.
Una gran lección de la elección es que dentro y fuera de Estados Unidos, millones creyeron que Trump se hundiría por las majaderías, mentiras, trampas, excesos, irresponsabilidad en el manejo de la pandemia y arrebatos de fanfarronería desaforada. Resulta que no. Aún si se confirma la derrota, el presidente energúmeno, el “Bad Hombre”, el macho alfa, bravucón y pendenciero, ganó el voto de la mitad de los estadounidenses que no lo castigaron, como se esperaba. Es más, sin decirlo en encuestas y sondeos, que no le atinaron, muchos votaron por Trump porque quieren más de lo mismo; un líder depredador. Biden no llena ese requisito.
Otra lección: las minorías raciales, que votaron mayoritariamente por Trump, no son un bloque monolítico. Dentro de esas franjas étnicas se revela tanto racismo y xenofobia como en el estereotipo más supremacista que usted imagine.
Las tinieblas del corazón humano son insondables.
Sorpresas te da la vida, diría Pedro Navajas.