Libros de ayer y hoy
Maña presidencial
Andrés Manuel López Obrador quería una consulta ciudadana para enjuiciar a cinco expresidentes y otros actores políticos, y la tendrá. La Sumisa Corte lo avaló. Pocos dirán que no procede.
En Palacio quieren que este ejercicio de democracia participativa no sea en agosto, como está previsto en la Constitución, sino concurrente el mismo día de la elección federal, es decir, el domingo 6 de junio del año próximo.
Ricardo Monreal, operador legislativo del presidente en el Senado, tardó nada en hallar la forma de lograrlo. Modificar un transitorio del Artículo 35 de la Constitución… y listo.
La pinza fue cerrada por el consejero del INE Uuc-kib Espadas quien, quizá involuntariamente, advirtió que la consulta, en cualquier fecha distinta a la de la elección, necesitaría una partida extraordinaria de 8 mil millones de pesos.
Pero como en la “4T” la austeridad y el ahorro mandan, empatar la consulta con las elecciones federales significaría ahorrar ese dineral. Ese parece un argumento irrebatible, aunque el presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova, atrapado sin salida, sostenga que no realizar la consulta el primer domingo de agosto, sería violatorio a la Constitución.
Por cierto, Lorenzo Córdova corrige al consejero Espadas al decir que hablar de costos, por ahora, es mera especulación
En fin, la consulta ciudadana va y será sólido argumento de propaganda política a favor de MORENA. Que no nos confundan.
El presidente tiene toda la razón: el pueblo no es tonto… y él, menos.