En Navidad no todo es felicidad…
QUERÉTARO, Qro., 24 de abril de 2020.- Alejandra Medina es una de las investigadoras que en la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Juriquilla, trabaja en conocer las causas genéticas que provocan enfermedades pulmonares en el mundo.
La investigación no se frena por la contingencia, y se centra en dos enfermedades, una de ellas la fibrosis pulmonar ideopática, que provoca que se generen fibras al interior de los pulmones y, por tanto, se dificulte respirar. No existe causa conocida del padecimiento, pues llega a ocurrir incluso en quienes no son fumadores.
La otra es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que es la cuarta causa de muerte en México. Tiene características similares a la fibrosis, pero en esta sí existen muchas causas aparentes, como fumar, malos hábitos, cocinar con leña. Cocinar con leña es muy característico de hogares en la Sierra de Querétaro.
Cabe resaltar que únicamente el 1% de quienes la padecen tienen variantes genéticas y que se trata de un padecimiento muy común en la Ciudad de México, en la cual existe alta la contaminación.
En este punto resaltó que Querétaro mantiene un constante crecimiento; junto con él crece la contaminación y, por tanto la enfermedad podría llegar a ser de alto impacto.
“Particularmente nos interesa como se prenden y apagan los genes en diferentes situaciones, una de esas situaciones que nos interesan son las enfermedades pulmonares. El primer paso para saber cuáles son las reglas para aprender y apagar genes era saber en qué situaciones están prendidos, en qué situaciones están apagados”.
El trabajo se realiza en coordinación con Yalbi Balderas, y entre quienes apoyan se encuentran Ana Victoria Leon Apodaca, Ana Beatriz Villaseñor Altamirano, Mariel Maldonado, Adrián Munguía, Miguel Negreros y Yair Romero.
La investigación recurre a las bases de datos de todo el mundo, gracias a la política de “Ciencia abierta”, con la dificultad de que los estudios se realizan en años diferentes, al igual que con tecnología diferente.
“Parte de nuestro trabajo fue implementar herramientas que permitan hacer comparaciones, ahorita todavía a nivel cualitativo, pero que ya se pueda ver, por ejemplo en qué se parecen los estudios de Alemania y Estados Unidos, y tratar de sumar los diferentes estudios para aprender cosas nuevas”.
Esa fue la primera parte del estudio, en la segunda se generarán ya datos cuantitativos, que permitan identificar a los causantes de activar y desactivar los genes y, por tanto, realizar propuestas de tratamiento.
“Tal vez, hacer algunas propuestas de tratamiento, si los pacientes alrededor del mundo comparten estos genes, tal vez puedo buscar algún medicamento que trate de modificar su expresión, para poder ayudar a la gente que tiene estas enfermedades… podemos proponer algunos genes blanco, pero somos informáticos, ahí nos quedamos, ya entran investigadores experimentales, que son los que toman la batuta: “estas son las hipótesis, ahora las tenemos que probar en el laboratorio”… Está abierto para todo el mundo, estaríamos más felices si los colaboradores también son mexicanos”.
Otra parte del estudio tendría que ser verificar si la contaminación es un detonante de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, para lo cual se requeriría de más recursos, esto debido a que se necesitaría estudiar las condiciones de diferentes partes del mundo.
“Tal vez hay un impacto entre diferentes zonas urbanas, ese tipo de cosas nos interesa mucho… Los recursos siempre son un detalle en México y en todo el mundo. Ha habido muchos recortes en ciencia, en México estamos lejos de nuestro 1% del PIB que tanto deseamos muchos científicos en el país, para poder hacer investigación. Este proyecto fue afortunado, y todavía tuvimos un donativo bastante grande de Fronteras de la Ciencia, de Conacyt, que fue el que nos permitió hacer esta base de datos, desafortunadamente no hemos logrado que haya una convocatoria en la que lo podamos renovar”.
Ya se postuló nuevamente el proyecto, para que no se detenga la investigación de enfermedades pulmonares, aunque con la situación de la contingencia sanitaria, existe incertidumbre de que si se puedan obtener los recursos necesarios.
El sector privado podría ser una fuente importante de apoyos, específicamente para la industria farmacéutica, interesada en generar nuevos medicamentos, pero como los investigadores se encuentran enfocados en el trabajo, no han tenido tiempo de realizar ese contacto.