Indicador Político
Que suave ir a mover la bitachera como dicen en el norte, cuando se hace con dinero público. Lanzada ya al camino de la defenestración permanente aunque ella llame a la unidad, la mujer que inventó el Frente Amplio por México dio a conocer sus metas muy girita, alentada por los casi 120 mil pesos que aún gana como senadora, del dinero del pueblo. Parte exhibida de lo que ha sido su caminar en el ámbito público: los negocios desde el gobierno. Por eso habla de una esperanza recobrada, la que intenta buscar la rica veta del erario. Un mitin el suyo tempranero en el desgaste, en el que cosa curiosa, de acuerdo a medios, prevalecieron los priístas ¿Qué pasó con sus mayorías, la segunda fuerza, el PAN, que es la que la mantiene electa? ¿estarán muy molestos porque dice estar a favor del aborto? Lanzada al camino de lo insondable por los reales enemigos que la arropan, la señora se asume daltónica, una enfermedad que en si exhibe su discrepancia porque ella que también se asume indígena, ignora que esa enfermedad se da en las llamadas razas blancas. Si es metafórica su aceptación, quizá lo haga para no ver los colores cercanos que la rodean. un tricolor robado a la bandera por el partido priista, un amarillo decadente de minoría que se asume de izquierda y el suyo el azul, de un partido que lanzó al país en la decisión de un panista, Felipe Calderón, a los horrores que hoy vive con el crimen organizado.
LOS RINCONES OSCUROS QUE SE OCULTA N CUANDO SE BUSCA EL PODER
En estas semanas en las que se ha evidenciado a través de una publicidad fuera de tono la figura de la mencionada candidata, ha estado presente desde luego un gran capital. Una inversión que pretende ser retribuida si se consiguen al menos los puestos que manejan el dinero público. En toda elección está el interés del que busca el poder. La llamada búsqueda de la unidad es una entelequia porque unirse en la totalidad, es incluir a lo peor de un país también. Por eso algunos gobiernos cuando lo pretendieron, se aliaron en su momento con la calaña y eso está exhibido en los muchos saqueos que se conocen a diario. Los rincones oscuros están ahí, en la profundidad de la diferencia de clases, de la pobreza que se trata de mitigar, en los robos al pueblo que se evidencian públicamente, en el salario de una senadora que sigue ganando ese total, mientras hace campaña para sacar más.
JAMES ELLROY Y SUS RINCONES OSCUROS ANTE OTRA NEGRITUD: LA INJUSTICIA
A diferencia de los que buscan insertarse en el poder público para extraer, James Ellroy el escritor estadounidense luchó por muchos años contra las autoridades de su país, en busca de saber quien ha matado a su madre la bella Jean Ellroy. Ella apareció muerta en un parque como ha sido el caso de otras mujeres expuestas con el famoso nombre de las Dalias. Hasta Raymond Chandler tiene un guión propio con ese nombre. Ellroy, dentro de la línea de la novela negra tiende a los bestesellers aunque no deja de ser un gran novelista. Para muestra están L. A. Confidential, La dalia negra, América, los dos primeros llevados al cine. En Mis rincones oscuros (Ediciones B. S. A. para el sello Zeta de Barcelona 2008), Ellroy que ha participado en la solución de crímenes reales, ha buscado desesperadamente a la persona que mató a su madre. En esa novela cuenta como al quedar huérfano como adolescente, se vuelve drogadicto, ladrón de casas, hazmerreír del colegio de ricos en el que estaba; un desenfrenado que duerme en la calle y finalmente es carne de reformatorios. Lo que lo llevó a la literatura, es que dentro de esa vorágine siempre se preocupó por comprar libros y leerlos. La autobiografía novelada también nos lleva a esa vorágine porque como el autor sabe que nunca vamos a saber tampoco quien mató a su madre, da un largo rodeo con centenares de personas investigadas, llamadas interminables, revisiones farragosas de documentos y un resultado que no consuela pero que al menos reconcilia con la existencia. Y con el recuerdo amoroso de su madre. Esos rincones oscuros que tanto menciona Ellroy, son los que se presagian cuando hay una movilidad que busca el poder, teniendo atrás, por desgracia, muchos de esos negros recovecos.