Libros de ayer y hoy
Desde su aparición como exitosa serie en la televisión norteamericana –en donde estuvo de 1959 a 1963–, quedó claro que la expresión “Los Intocables” hace referencia a una banda mafiosa que vive al margen de la ley y la justicia.
Luego, la historia de la eterna lucha entre buenos y malos fue llevada a la pantalla grande, en 1987, encabezada por el incorruptible policía de Tesoro de Chicago, de nombre Eliot Ness.
Y por supuesto que en la serie y en la película casi siempre ganan los buenos; la justicia prevalece sobre el crimen y un buen policía siempre es capaz de derrota al mal.
Lo cierto, sin embargo, es que la derrota del mal, a manos del bien, no es más que un gastado cliché, sobre todo en los gobiernos autoritarios o dictatoriales, como el de López Obrador.
Y es que, en efecto, el mandatario mexicano cada día avanza más en dirección a la creación de su cuerpo personal de “Los Intocables”; verdadero grupo mafioso entre los que aparecen servidores públicos, políticos, gobernantes y hasta empresarios de todo tipo, sobre todo dueños de grandes medios.
Pero no se trata sólo de un “club de amigos”, en torno al “rey Andrés”, sino que el verdadero problema es que asistimos a la destrucción sistemática de instituciones clave para la rendición de cuentas y la transparencia, por un lado y, por el otro lado, a la creación de una coraza impenetrable en grupo mafioso de “Los Intocables del rey Andrés”.
Curiosamente, apenas el pasado lunes, cuando todo México esperaba una sanción ejemplar a Hugo López Gatell –por vacacionar en medio de la mayor pandemia de la historia–, el “rey Andrés” no solo lo aplaudió, lo respaldó y hasta hizo mofa de sus críticos, sino que adelantó la desaparición de Instituciones como el Instituto Nacional de Trasparencia INAI.
En efecto, está claro que en torno al presidente mexicano se está “cuajando” una poderosa fuerza mafiosa que lo mismo viola la ley, que comete actos escandalosos de corrupción, y hasta convierte en un espectáculo de circo los errores, los dislates y las estupideces oficiales.
En distintos países del mundo –por lo menos en Canadá y Reino Unido–, una irresponsabilidad idéntica a la de Gatell –vacacionar en plena pandemia–, provocó el despido de servidores públicos del mismo rango que Gatell.
Pero en México, López-Gatell fue “apapachado” por el presidente, además de que fue defendido por las jaurías babeantes en las redes sociales, al servicio del gobierno de López Obrado.
Pero el de Gatell es apenas uno de los muchos casos de “Los Intocables del rey Andrés”.
Todos recuerdan el apagón de los últimos días del año en por lo menos un tercio del país, provocado por la irresponsabilidad y la ignorancia de Manuel Bartlett, otro de “Los Intocables” del régimen.
Sin embargo, es mucho peor el caso de los errores, las mentiras y los montajes orquestados en el caso del “apagón”, con tal de salvar el pellejo del “Intocable Bartlett”.
¿Por qué?
Porque los errores, las mentiras y los montajes se orquestaron desde Palacio, para dejar sin culpa al ineficiente director de la empresa del Estado conocida como Comisión Federal de Electricidad.
Incluso, el mismo presidente instruyó a sus lacayos del Congreso –en donde también hay muchos intocables–, para echar abajo una eventual comparecencia de Bartlett en el Congreso.
Es muy larga la lista de “Los Intocables del rey Andrés”, y pasa por personajes como Ricardo Salinas Pliego, a cuyas empresas se les permite todo en tiempos de pandemia; pasado por gobernadores como los de Veracruz, Morelos y Puebla; Cuitláhuac García, Cuauhtémoc Blanco y Miguel Barbosa, quienes mal gobiernan sus respectivas entidades y son defendidos a ultranza por el presidente; pasa por amigos y parientes del presidente.
Pero los anteriores “Intocables del rey Andrés” pudieran ser apenas la punta de la madeja.
¿Por qué?
Porque aún no hemos sido testigos del “Los Intocables” en uno de los sectores en los que más se apoya el presidente Obrador; en los militares y los marinos.
Y es que si los militares y los marinos serán igual de “Intocables” que López-Gatell y Manuel Bartlett, se habrá cumplido la tragedia anunciada. Al tiempo