Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
El miedo es evidente y se respira entre políticos, servidores públicos y gobernantes del partido oficial.
Miedo a que en los próximos 12 meses muchos de esos políticos, servidores públicos y gobernantes del partido Morena puedan terminen sus días en prisión, luego de los crímenes de “lesa humanidad”, del monumental saque y la depredación a las arcas públicas.
Y es que, si bien en el partido Morena todos saben que desde Palacio se tiene listo un escandaloso fraude de Estado para la presidencial del 2024, también saben que en política y, sobre todo en los procesos electorales mexicanos, no existe nada seguro.
Por eso, casi todos aquellos políticos, servidores públicos y gobernantes de la mal llamada “transformación” se apresuran para tener listo un “plan B” y buscan concretarlo a toda prisa para tratar de “salvar el pellejo”.
Es decir, que las “ratas” del Partido Morena buscan afanosamente alcanzar la candidatura en algún cargo de elección popular para, de esa manera, tener a la mano el invaluable “certificado de impunidad”, que en México se llama “fuero”.
En efecto, abundan los integrantes del gabinete presidencial, directores de paraestatales, servidores públicos de todas las categorías, gobernantes de los tres órdenes –federal, estatal y municipales–, y líderes partidistas que van por un puesto de elección popular para mantener su estatus de “intocables” mediante esa “carta de impunidad” llamada “fuero”.
Pero vamos por partes. ¿Qué es y para qué sirve “el fuero”?
Para quienes lo han olvidado o para aquellos que no lo saben, “el fuero” es una figura legal amparada por la Constitución, que brinda inmunidad legal a quienes ostentan un cargo de elección popular; desde el presidente, pasando por legisladores –tanto locales como federales–, gobernadores y alcaldes.
De esa manera, los ladrones, criminales y genocidas de hoy –que gozan de la protección presidencial–, mañana pudieran gozar alegremente de la otra impunidad, si alcanzan la victoria para desempeñan un cargo como alcaldes, gobernadores, senadores, diputados federal o diputado local, entre otros.
Así, por ejemplo, a propuesta de propio López, el mayor genocida de la historia mexicana, conocido por todos como “el doctor muerte”, Hugo López Gatell, pretenderá evadir la justicia por el millón de muertes que pesan en su haber, a través de la jefatura de gobierno de CDMX.
Pero también por esa razón obliga la pregunta: ¿Quién, con dos dedos frente, se atrevería a votar a favor de que el genocida Gatell pueda ocupar la jefatura de gobierno de la capital del país? ¿Habrá mexicanos que ya olvidaron que cientos de miles de ciudadanos perdieron la vida por culpa de Gatell?
Pero no es el único, el saqueo a Pemex, por un lado, y la ratería generalizada durante la construcción de la refinería Dos Bocas, serán solapadas mediante una senaduría para Octavio Romero y una gubernatura para Rocío Nalhe.
Muchos otros pillos y “ratas” del partido oficial ya están en lista para saltar del actual cargo –en el que se robaron el dinero público a manos llenas–, a la comodidad del “fuero” en una senaduría, una diputación, alcaldía o gobierno estatal.
Y entre esos nombres aparecen “ratas” gigantes como Ana Gabriela Guevara, la depredadora de la Conade; como el “narco-gobernador” de Morelos, Cuauhtémoc Blanco; como todos los responsables de la “estafa del siglo” en Segalmex, para quienes habrá diputaciones federales.
Así, en las próximas semanas veremos los reacomodos en el gabinete presidencial, en toda la burocracia federal, en gobiernos estatales y en la dirigencia de Morena.
Y es que resulta interminable la lista de “ratas” en busca del fuero constitucional que les permita “salvar el pellejo” frente a una eventual victoria opositora, en el 2024.
Pero en el mundo tampoco es nuevo el salto de “las ratas” de las más feroces dictaduras. Por ejemplo, luego de la derrota de Hitler en 1945, muchos criminales de guerra y ladrones del dinero público salieron corriendo de Alemania y de Europa a través de la llamada “Ruta de las Ratas”, que los llevó a Argentina, Uruguay, Paragua y Chile, entre otras naciones del sur del Continente, hasta donde fueron perseguidos y llevados a juicio.
Sin embargo, algunos como el Josef Mengele –el “Doctor Muerte” de Hitler–, nunca fue llevado a juicio, a pesar de ser responsable de millones de muertes en los campos de concentración, en donde experimentaba con seres humanos.
En el México de López, la “Ruta de las Ratas” se llama “fuero” y le permitirá a muchos criminales y ladrones del gobierno mexicano mantener una total impunidad.
¿Lo permitirá una sociedad agraviada por el peor gobierno de la historia?
Al tiempo.