Libros de ayer y hoy
Mancera reloaded
Tan pronto digirió el “sapo” del fracaso electoral perredista en el DF, el “durito” Miguel Ángel Mancera por fin movió sus piezas; sacrificó unas y recolocó otras para dar la última oportunidad a su gobierno “progresista”… ¿y de paso rearmar la estrategia rumbo a la contienda presidencial?
El anuncio de nueve cambios en el gabinete –legal y ampliado– del gobierno de la CDMX supera expectativas.
La nueva secretaria de Gobierno es la impecable Patricia Mercado, ex candidata presidencial del extinto Partido Democracia Social, en 2006. No sorprende la remoción de Héctor Serrano, fallido interlocutor ante Morena –la nueva fuerza dominante en la Asamblea Legislativa– y a la endemoniada tribu bejaranista. De consolación, Mancera paga a Serrano con la Secretaría de Movilidad, donde rodó la cabeza de Rufino León Tamayo. Junto a Serrano queda Laura Ballesteros, quien llega al gobierno de izquierda tras su paso por el PAN y un fugaz “arrimón” al PRI-Verde, en la contienda por la Miguel Hidalgo.
Joel Ortega era otra pieza sacrificable. Su incapacidad demostrada para revertir el deterioro del Metro –en contraste con su proclividad a la grilla– colocó su cabeza la guillotina. Ortega deja pendiente la reapertura de la Línea 12 y la promesa de mejoras tras el aumento al precio del pasaje. El nuevo director del Metro es el diputado Jorge Gaviño –del Partido Nueva Alianza– quien encabezó la comisión investigadora del desastre de la L12, en la ALDF.
El siempre fiel Manuel Granados –líder saliente de la ALDF– será titular de la Consejería Jurídica.
También brilla Amalia García, nombrada secretaria del Trabajo. La ex jefa de la tribu Foro Nuevo Sol, fue gobernadora de Zacatecas y presidenta del PRD.
Alejandra Barrales –cercana a Mancera, pero no tanto– ha sido colocada en la Secretaría de Educación; la alejan de las tentaciones de fugarse. Barrales sustituye a Mara Robles.
Además, José Ramón Amieva va como secretario de Desarrollo Social; reemplaza a Rosa Icela Rodríguez quien apoyó a Morena con recursos públicos durante las pasadas campañas políticas. Aún así, Mancera la reubica en la Secretaría de Desarrollo Rural.
«Se ha escuchado el mensaje de los ciudadanos que exigen acciones y resultados concretos», afirma Mancera “recargado”.
EL MONJE LOCO: El Jefe Mancera corta cabezas, tira lastre, paga lealtades y cobra traiciones. Hace alianzas de chile, dulce y mole; con melón, con sandía… y la vieja del otro día. Parte y reparte. Pacta con dioses, no con el diablo.
@JoseCardenas1 | [email protected] | www.josecardenas.com