Se reunirá Rigoberta Menchú con jóvenes de 1 millón por México

QUERÉTARO, Qro., 26 de octubre del 2013.- La tarde de este sábado, la activista indígena, Rigoberta Menchú estará en Querétaro participando en la cumbre 1 millón de jóvenes por México, y dictando la conferencia ‘Cosmovisión indígena para el desarrollo”.

La guatemalteca, quien fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz en 1992, por emprender una campaña pacífica de denuncia contra el régimen de su país, por la violación a los derechos humanos que sobretodo grupos indígenas vivían.  Menchú fue la personificación del sufrimiento de su pueblo indígena; su infancia y juventud estuvieron marcadas por la pobreza, la discriminación racial y la violenta represión con la que las clases dominantes guatemaltecas trataban de contener las aspiraciones de justicia social del campesinado.

Rigoberta Menchú es indígena maya-quiché, y simplemente por ello, su madres y miembros de su familia fueron asesinados por militares de la policía paralela en Guatemala, o los llamados ‘escuadrones de la muerte’; su padre murió con un grupo de campesinos que se encerraron en la embajada de España en un acto de protesta, cuando la policía incendió el local quemando vivos a los que ahí se encontraban.

Mientras sus hermanos optaban por unirse a la guerrilla, Rigoberta Menchú inició la campaña pacífica de denuncia contra el régimen guatemalteco, que la llevó años más tarde a recibir el galardón del Nobel de la Paz.

Exiliada en México, publicó su autobiografía en 1983; recorrió el mundo con su mensaje y consiguió ser escuchada en las Naciones Unidas. En 1988 regresó a Guatemala, protegida por su prestigio internacional, para continuar denunciando las injusticias.

En 1992 la labor de Rigoberta Menchú fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz, coincidiendo con la celebración oficial del quinto centenario del descubrimiento de América, a la que Rigoberta se había opuesto por ignorar las dimensiones trágicas que aquel hecho tuvo para los indios americanos. Su posición le permitió actuar como mediadora en el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla iniciado en los años siguientes.