Se prevé ambiente cálido y cielo despejado en CDMX
Ley Discordia.
Ese nombre merece el artículo 87 de la Ley General de Partidos Políticos que se refiere a las coaliciones electorales.
El jueves pasado se hizo una reforma a la reforma electoral que provocó el desbordamiento de las pasiones políticas.
Me explico…
Hasta hace un mes, la ley decía que si el nombre de un candidato aparecía dos o varias veces en una boleta electoral –bajo el emblema de distintos partidos políticos–, el votante podía tachar el nombre del candidato una o tantas veces como este apareciera, pero a la hora del recuento, para el candidato sólo contaba un voto y para cada partido una proporción del mismo, es decir, medio y medio, o a tercios, etc., según si eran dos, tres o más cuatro partidos los cuales se coaligaban en torno a un mismo nombre.
A partir de la reforma aprobada el 23 de mayo pasado, el voto contaba para el candidato pero no para los partidos. Esto significaba –en pocas palabras– que los partidos en coalición se quedan sin el beneficio de sumar votos a su causa… y eso desalentaba las alianzas.
Como era lógico, los “partiditos” protestaron, de ahí que a propuesta del PRI, PRD, PT y Movimiento Ciudadano, hayan promovido regresar a como estaban las cosas antes de la reforma del 23 de mayo y no como quiere el PAN.
Para el Partido Acción Nacional todo esto resultará una «contrarreforma» para favorecer descaradamente a la “chiquillada”, dándole más posibilidades de obtener legisladores plurinominales y sobre todo prerrogativas (beneficios económicos)… y para meter más ruido se levantó de la mesa de negociación de la reforma energética, provocando con ello un sismo de gran magnitud en Los Pinos.
Presionado desde “arriba”, el diputado Manlio Fabio Beltrones pretende regresar las cosas al estado en que se encontraban… tal como exigen los panistas.
Ahora, los opositores truenan alegando chantaje del PAN… y los “partiditos” acostumbrados a sobrevivir como parásitos de los “partidotes”, protestan y amenazan con una controversia constitucional.
El PRI queda mal con dios y con el diablo… y Beltrones, tiznado como el cohetero; en fuera de lugar, por decirlo de manera futbolera.
Mal con el Verde, el cual es su indispensable consorte convenenciero; pésimo con el PRD que llora por que sus promesas al PT o el Movimiento Ciudadano serán imposibles de cumplir.
La senadora Dolores Padierna trina y denuncia un acuerdo cupular Gobierno-PAN-PRI para violentar los derechos ciudadanos de los votantes en coaliciones.
El coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, amenaza; solicitará a la Comisión Permanente un periodo extraordinario –para esta semana– con objeto echar abajo las modificaciones de los diputados a la “Ley Discordia” y disolver los acuerdos parianistas… y de ser necesario interponer una acción de inconstitucionalidad.
«El chantaje no puede ser lo que prevalezca en el Congreso como práctica política», remató Barbosa.
El analista Luis Carlos Ugalde –ex presidente del IFE– alega: “en aras de la reforma energética el precio político que el PRI y que el Gobierno están pagando parece cada vez más alto”.
CASTIGO: A partir del 1 de julio, los vehículos con placas “foráneas” dejarán de circular todos los sábados del año, sean “viejitos” o “nuevecitos”. ¿Además de castigar la pobreza, el GDF va también contra quienes pretendan sucumbir a la tentación de sacar placas de otros estados para no pagar tenencia en el DF?.
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