Mejor Infraestructura, Posible
Uno punto cinco grados 1.5o
Finalmente ese fue el compromiso de las naciones reunidas en la cumbre de París, no dejar que la temperatura aumente. Y entre otros saldos les comento que se vive.
Mientras el mundo espera lograrlo al 2050 o hasta el 2080, tan importante puede ser, que las pequeñas Islas pueden para entonces asegurar su existencia. Como la supervivencia de las Islas Marshall, que corrían el riesgo de desaparecer por el efecto del calentamiento global y el consecuente aumento del nivel del mar.
También nos encontramos que, Suecia nos presume a través de su ciudadanía, que quiere ser el primer país en dejar de utilizar combustibles fósiles, la iniciativa ciudadana de mantener el carbón bajo la tierra, ha sido respaldada por el primer ministro Stefan Löfven, donde se pretende entre otras cosas, el cerrar o cambiar de procesos a su paraestatal energética Vattenfall.
Asociaciones como Greenpeace, celebran pero no están conformes, buscan también las alianzas ciudadanas para combatir la oligarquía de los combustibles fósiles que ponen en riesgo el futuro de la niñez presente y futura, quieren que quienes han generado un daño lo paguen, dado que el cambio climático ha violentado los derechos humanos, y así mucho camino que recorrer.
Otros incluso califican de fraude, una cumbre donde señalan no se ven acciones, solo promesas, que se rescató a los países más contaminantes de puniciones por los daños causados a lugares donde el nivel del mar y temperaturas sofocantes, han sido el problema a vivir. Y así termina siendo celebrado algo que traía más cola de lo que se exhibió, termino siendo más glamoroso que satisfactor, pero hay algo.
En fin habrá que reconocer que se dio un paso, que los líderes de muchas naciones, generaron un compromiso, que deberá ser la punta del iceberg positivo (si no lo derretimos), que falta mucho por hacer, sobre todo confiar en que el capital que se mueve de combustibles fósiles quiera abrazar este cambio, que hayan encontrado la manera de hacer negocio, en el negocio de no contaminar, que si no, en su futuro adornen de billetes los árboles y de monedas los mares, será lo que dejemos.
De complemento se acaba de aprobar la Ley de Transición Energética, por cierto muy felicitada en Francia dentro del marco del COP21, y bueno esperemos que corra con mejor suerte y no como otras leyes que se pasan por el emblemático arco del país anfitrión de la cumbre. Esto es, que se verifiquen los usos de energía limpias y en su caso, se ejecuten las sanciones; pero que también, surjan los apoyos y las alternativas para la transición, para quienes les resulte complicado.
Y solo pocas de las historias que se hicieron sentir y vivir a nivel mundial.
Mientras en nuestra comarca nos peleamos por pintar o no unos puentes, (que probablemente le arrimen más carácter a nuestra ciudad), que si es injusta el alza al predial, que por favor en su visita a México, pase el Papa por nuestra ciudad, los parquímetros, los benditos magistrados, los incalumniables políticos y sus según calumniadores fiscales. Sí, para avanzar o al menos seguir viviendo, se alborota el gallinero. Al menos unas Instituciones dieron de que hablar y bien.
Sergio Camacho Hurtado