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MORELIA, Mich., 21 de febrero de 2015.- Uno de los lugares más vigilados durante el proceso electoral de este año es el controvertido municipio de Apatzingán, uno de los mayores productores de frutas y verduras de una entidad que se ubica entre los primeros lugares nacionales por su producción agroalimentaria.
Complejo y misterioso como su propio nombre –los lingüistas no definen aún si Apatzingán significar lugar de comadrejas, de cañitas, de vasijas o sitio donde se lava la ropa-, en Apatzingán la historia se bifurca: ahí nació la primera constitución de la república que dio estructura jurídica a los mexicanos en el Siglo XIX, y 200 años después ahí se gestó, también, una de las organizaciones criminales más poderosas del naciente Siglo XXI mexicano, que erosiona, desgasta, esa estructura y aún se resiste a ser desmantelada.
Apatzingán es el municipio más grande de la Tierra Caliente y se encuentra enclavado en la Sierra Madre del Sur. Al Norte, limita con el municipio de Tancítaro, al este con Parácuaro y Nueva Italia, al sur con Tumbiscatío y al oeste con Aguililla y Buenavista.
Junto con el municipio de Parácuaro, Apatzingán integra el Distrito Electoral Local XXIII, en tanto que forma el XII Distrito Federal Electoral con los vecinos Aguililla, Buenavista, Parácuaro, Tancítaro, Tepalcatepec y Aquila, Coahuayana, Coalcomán, Chinicuila y Peribán.
Tiene un clima tropical seco en la mayor parte, y aunque se asienta en un valle fértil y propicio para la agricultura, es un territorio agreste en donde las temperaturas suelen rebasar ampliamente los 40 grados.
La paradoja entre riqueza potencial y pobreza real que hace de México el país de los contrastes, se vive de manera avasallante en las ocho tenencias que dividen su territorio: Cenobio Moreno, Presa del Rosario, Chandio, San Juan de los Plátanos, Acahuato, Holanda, San Antonio La Labor y San José de Chila. En todas, conviven lujosos ranchos de exuberantes jardines con humildes casas de
cartón y de madera en polvorientos bohíos que arden bajo la inclemencia del sol de Tierra Caliente.
Sus 123 mil 649 mil habitantes están acostumbrados al trabajo rudo y tienen un alto grado de politización que hace de su historia político-electoral una de las más ricas y abundantes de la entidad.
Al municipio de Apatzingán le llegó la alternancia hace ya 19 años, cuando en 1996 el entonces panista Francisco Javier Girón del Toro logró sacar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de la alcaldía, y desde entonces lo han gobernado las tres principales fuerzas políticas PRI, PAN y PRD.
En Apatzingán la clase política, toda, está bajo sospecha: un presidente priista preso por presuntos vínculos con el crimen organizado, otro ex presidente perredista prófugo por las mismas razones, y el primer presidente panista expulsado de su partido por las mismas presunciones.
No obstante la agitación político-electoral del municipio, en términos de votos, la relevancia de Apatzingán es de menores proporciones pues el padrón electoral no alcanza los 95 mil electores. De hecho, junto con Parácuaro, forman el distrito local de menor peso electoral con un listado nominal de aproximadamente 113 mil 291 personas, según los registros de 2011 –la autoridad electoral revelará hasta marzo los listados nuevos.
Adicionalmente, la historia reciente anticipa un flujo de votos aún más reducido, si se considera que en el último proceso electoral la participación fue solamente el 36.2 por ciento de las listas nominales y la alcaldía se ganó con 22 mil 158 sufragios que representan apenas el 19.56 por ciento del padrón electoral.
Pero si en la última elección la presidencia se ganó con pocos votos en el distrito local, en el federal la representación fue aún menor en términos proporcionales, pues en la elección pasada la diputación federal se ganó sólo con el 17.08 del padrón electoral, lo que hizo de ese distrito el segundo con menor votación en el país.
En este contexto, dos de las tres principales fuerzas, PAN y PRI, han definido a sus nuevos candidatos, en tanto que en el PRD están por definir aún a su abanderado en un competido complicado proceso interno.
Reducido a la tercera fuerza en el municipio, el Partido Acción Nacional reservó el ayuntamiento y eligió como su representante al empresario Fernando Ponce Contreras, en tanto que el Revolucionario Institucional, con la loza a cuestas de un ex edil preso, se decidió por el aún diputado César Chávez Garibay, que presidió la Comisión Especial para atender los festejos del Bicentenario de la Expedición y Sanción del Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana.
La contienda se ha hecho particularmente compleja al interior del Partido de la Revolución Democrática que, en principio, eligió la vía de la contienda interna para seleccionar a su abanderado entre los 20 aspirantes al gobierno municipal. No obstante la presidencia municipal del PRD solicitó al Comité Estatal la aceptación de Manuel Mendoza Mendoza como candidato de unidad para la Presidencia Municipal, lo que terminaría con el proceso de selección interna en comicios, como se había acordado inicialmente.
Sin embargo, cuando menos cinco de esas 20 precandidaturas habían declinado a favor Mendoza Mendoza, pero no se sabe con certeza aún la posición de los demás aspirantes a la candidatura del Sol Azteca.
Manuel Mendoza Mendoza, conocido como Meño, es un joven de 29 años que forma parte de la expresión perredista conocida como Patria Digna, fundada por el senador Carlos Sotelo, militancia que comparte con su hermana la senadora Iris Vianey Mendoza Mendoza.