Peña Nieto: entre disturbios y aplausos. Crónica

MÉXICO, DF., 2 de septiembre de 2013.- En un recinto oficial de Los Pinos resguardado por elementos de la Policía Federal, Ejército Mexicano y del Estado Mayor Presidencial, así como personal del cuerpo de granaderos y policía preventiva, los 600 invitados especiales al primer Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto fueron entrando al recinto desde alrededor de las 8:30 de la mañana.
En punto de las 10:00 horas las pantallas del lugar mostraron la imagen del titular del Poder Ejecutivo, quien avanzaba por los pasillos de la casa presidencial hacia el lugar donde ya lo esperaban los secretarios de Estado, gobernadores del país, diplomáticos de las embajadas en México, titulares de las cámaras empresariales, representantes de los medios de comunicación y su familia.
Después de unos minutos Enrique Peña Nieto, ingresó al lugar donde se realizó el evento protocolario, ya que desde el día domingo, el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, había entregado el documento oficial al queretano Ricardo Anaya Cortés, presidente de la Mesa Directiva del Congreso federal.
Después de agradecer la presencia de sus invitados y de su familia, Peña Nieto habló sobre los avances durante los nueve meses de su gobierno y sostuvo que «la transformación de México ya comenzó».
Mientras esto sucedía, el presidente del Poder Legislativo, Ricardo Anaya, junto con el presidente de la Mesa Directiva del Senado, contemplaban el discurso del mandatario federal a la izquierda del orador y junto con los Secretarios de Estado.
Al lado derecho de Peña Nieto se encontraban los gobernadores del país. El gobernador José Eduardo Calzada Rovirosa se ubicó en la segunda fila  (vestido con traje oscuro y corbata roja, símbolo de la unión partidista de los tricolores), detrás del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
Si algo hubo con bastante frecuencia fueron aplausos, que sin llegar a ser estruendosos, daban una sensación de calidez y empatía al orador, quien también aplaudió en varias ocasiones, cuando hizo alusión del trabajo de las dependencias o de algunas Secretarías. A las 11:00 horas Enrique Peña Nieto concluyó su mensaje a la Nación, afirmando que «es el momento de no tener miedo y de dar un salto hacia la modernidad.