No siempre quien la hace la paga. Aunque para la ley todos seamos iguales, siempre hay unos más iguales que otros.
Basta comparar las historias penales de Rosario Robles y Emilio Lozoya para confirmar este razonamiento cínico.
- Rosario es acusada de ejercicio indebido del servicio público por omisión, delito no grave que no amerita prisión preventiva; después de casi un año encarcelada aún no se le ha podido comprobar.
- Lozoya es acusado de delincuencia organizada, cohecho y operaciones con recursos ilícitos, crímenes graves que sí ameritan prisión preventiva oficiosa, de acuerdo con el articulo 19 constitucional.
- Lozoya esta hospedado en la suite de un hospital de lujo; Rosario en una mazmorra.
- A Rosario la vincularon a proceso con pruebas falsas. A Emilio pretenden acusarlo solamente de cohecho.
- Rosario no recibió sobornos; Lozoya, sí.
- Rosario es exhibida como un “trofeo” del combate a la corrupción. Lozoya como un testigo colaborador, con beneficios e impunidad pactada.
- Rosario es víctima de una venganza política; Lozoya beneficiario de una conveniencia política.
- Rosario fue echada a los leones; Lozoya disfruta como el dueño del circo.
Ahora, juzgue usted mismo si es verdad que hay unos más iguales que otros.