
¿Cómo identificar una intoxicación por alcohol?
CIUDAD DE MÉXICO., 13 de febrero de 2018.- Mariano volvía a trabajar después de tres meses de licencia psiquiátrica para encontrarse con un escenario de pesadilla: levantaba el teléfono y recibía una catarata de insultos. Luego de frustrados intentos de calmar a un cliente se cansó y le cortó. Unos días después su supervisora lo llamó para reunirse con él. Para la empresa para la que trabajaba, lo de Mariano había sido un “error fatal”. Informa Vice.
En un centro de atención telefónica hasta los nombres de las categorías y cargos hacen ruido: los jefes son “líderes”, los grupos de trabajo se dividen en “islas” y los errores se dividen en “fatales” y “no fatales”. El líder no trabaja en otra oficina, sino que se ubica a pocos metros de los operadores. Todo está cronometrado: el horario de almuerzo, el tiempo que uno tarda en (intentar) resolver el problema del cliente, lo que uno demora en (intentar) calmarlo y los minutos que uno pasa en el baño.
A pocos meses de trabajar en un call center el objetivo es el mismo: Todos buscan “salir” del teléfono. Dejarlo. Lourdes llegó a atender 150 llamados en sus seis horas de trabajo. Mariano nos dijo que “escuchar problemas de la gente es agotador. Parecían 12 horas y no seis”. Magui se cansó del maltrato y las presiones; en plena jornada tuvo que ir al baño a llorar. Después de eso no queda energía ni ánimo para mucho más.
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