Libros de ayer y hoy
Los republicanos han usado el nombre de México como estrategia de campaña. Proponen la intervención de Fuerzas Armadas estadounidenses en territorio mexicano para luchar contra el narcotráfico, justificando ese accionar asegurando que la política del gobierno de López Obrador ha fallado.
Se agradece el interés, sin duda el narcotráfico es una responsabilidad global, pero habría que recordar principios básicos de diplomacia: con la soberanía no.
México, históricamente, se ha destacado como un país neutral y no intervencionista y espera, de la comunidad internacional, reciprocidad. La discusión no es sobre la efectividad de la política de López Obrador. Eso es interno, le corresponde al país, y son los ciudadanos los encargados de juzgarla y pedir rendición de cuentas.
La discusión es diplomática. EEUU puede recomendar a sus ciudadanos no visitar México para proteger su integridad, le corresponde. Pero no criticar la forma en la que un país toma sus decisiones y mucho menos injerir dentro de fronteras soberanas.
Habría que recordar que no son momentos de expansionismo, conquistas y grandes imperios. EEUU ya no puede (ni debe) -convencidos de su destino manifiesto- promover la libertad y la democracia a través de intervenciones armadas injustificadas.
México no necesita asistencia externa para llevar adelante su política doméstica y exterior. El país no ha expresado sentirse incapaz. La lucha contra el narcotráfico demanda el involucramiento y el financiamiento internacional, pero bajo principios diplomáticos y el respeto a la soberanía y la independencia.
El accionar de México frente a las declaraciones de los republicanos, no es exagerada. No ha cortado relaciones diplomáticas, porque las declaraciones no fueron de Joe Biden, de hecho, se ha reforzado el reconocimiento como países hermanos, pero si es necesario exigir que el nombre del país no sea usado como un spot de campaña.
No es cuestión de honor ni de nacionalismo, es diplomacia: con todo menos con la soberanía.
* Directora Asociada del Departamento de Relaciones Internacionales, Tec de Monterrey-Campus Querétaro.
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