Tecnologías y juventud

Verónica Mtz. Estrada, Profesora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno. Tec de Monterrey Campus Querétaro.

La edad promedio de nuestra población, es de 29 años. Para obtener una diputación requieres 21 años, para una senaduría 25, para la presidencia del país 35, dice nuestra Constitución.

Somos jóvenes y queremos jóvenes. Aunque el promedio de formación académica es mayor en relación con los padres, el acceso al trabajo y a los beneficios sociales es menor.

Néstor García dice que la juventud maneja más los medios de información y la tecnología, pero no está en los espacios de toma de decisiones políticas.
Tienen consumo simbólico, pero no consumo material.

Es interesante la relación sueldo-renta presentada en Ciudadanos reemplazados por algoritmos, pues en 58% de los empleos la oferta de pago no supera los 6,000 pesos y sólo el 5% ofrece pagar 15,000 al mes, no obstante, las rentas van entre los 5,000 y los 37,000.

¿Queremos así juventudes independientes?

La oportunidad del emprendimiento y del crecimiento individual conlleva un lado obscuro, la falta de seguridad social y la auto-explotación. Los freelancers, las multipantallas, la virtualidad, las redes y la tecnología son elementos comunes para la juventud, pero la libertad que da el autoempleo y las ventajas de la creatividad dejan de lado otros bienes.

¿Cuántas personas jóvenes están aspirando un espacio en Youtube para compartir, interactuar y también ganar dinero?

La opción de tener libertad de expresión usando la tecnología puede dar un falso sentimiento de poder, pero no debemos olvidar que finalmente quienes hacen las reglas, hacen los pagos y permiten entradas, son las empresas que ejercen el poder mediático.

Los avances sociales de los trabajos formales que garantizan horarios, sueldos, vacaciones y demás prestaciones se presentan como un futuro en la informalidad para muchos y muchas jóvenes.

Un dato presentado por Sofía Ramírez en México cómo vamos es la brecha salarial de 24% que existe entre la formalidad y la informalidad.

¿Qué papel tiene el estado para garantizar el futuro de los y las jóvenes? ¿Cómo articular el uso de las tecnologías y las bondades que nos dan sin caer en la trampa del espejo? ¿Cómo articularnos como sociedad para futuros prometedores? Con tecnología claro, y también con beneficios sociales.