Itinerario Político
QUERÉTARO, Qro., 5 de marzo de 2020.- Entre el 85 y 90 % de los agresores de menores de edad son hombres, entre el 15 y el 10 % mujeres. Existe la falsa creencia de que se trata de personas a las que se les puede detectar fácilmente, todo lo contrario, son personas que se hacen querer, que se ganan el cariño de quienes están cerca del menor, y del menor mismo.
Primero, tratan de convencer a la niña, o el niño, de que existe amistad, luego, le ofrece cosas que le gustan, sobre todo si le son prohibidas por los padres o tutores, esto último para tratar de conseguir pactos de silencio, que le permitan posteriormente engañar, al tratar de hacer parecer el abuso como algún tipo de juego y, cuando la víctima se da cuenta que algo está mal, o se niega a seguir participando, trata de dominarla con amenazas desde graves, hasta con frases como que si dice algo, solo provocará que su mamá se enoje. Le miente al tratar de hacerle creer de que no fue víctima, sino participe de algo que ambos querían.
Hasta el 90 % de los abusos contra menores los comenten las personas cercanas a ellos, como son los familiares, o amigos de la famlia, alertó Alicia Adriana Guzman, de la Institución de Asistencia Privada “Corazones Mágicos”. Esto en el foro que organizó el diputado panista, Agustín Dorantes Lámbarri con personal de la Legislatura, para tratar de alertar sobre la problemática.
Los agresores tienden a buscar víctimas débiles, tienen poca empatía, tienen una sexualización traumatizada, pensamiento infatilizado basado, mayormente, en fantasía, son poco empáticos con sus víctimas y no anticipan las consecuencias.
Corazones Mágicos es uno de los 12 únicos organismos que se encargan de atender, o prevenir, abusos sexuales contra los menores del país, esto pese a que México ocupa el primer lugar mundial, con 5.4 millones de casos al año.
Querétaro es uno de los tres estados con más casos, junto con Tlaxcala y Chihuahua. Durante los últimos 20 años, se ha mantenido la alta incidencia de Tlaxcala, pero eso no quiere decir que en los demás estados no ocurra abusos, pero sí que no se denuncian.
De mil casos, únicamente 100 se denuncian, 10 van a juicio y de esos últimos, una cantidad mucho menor concluye con el responsable en prisión. Cuando el culpable llega a ser liberado en solo dos años, detona nuevo estrés a la víctima, pero es peor cuando esta se enfrenta a que nadie le cree, o que se decide proteger al agresor.
Cuando un niño comente una agresión sexual, generalmente es porque la recibe. Solo se le denomina abuso cuando lo comete siendo adolescente.
Se estima que de cada 10 mujeres adultas, dos han sido víctimas, de cada 10 hombres hombres adultos, uno ha sido víctima. La violaciones de niños hombres son más violentas, toda vez que quien comete la agresión trata así de negar su homosexualidad.
En la consulta infantil y juvenil que se aplicó en Querétaro en el 2012, el 15.7 % de los niños consultados dijo que en la casa les llegaron a tocar sus cuerpos; 20 % de los abusos los cometieron personas conocidas, 11.7 % alguna persona en sus escuelas.
Se estima que el 82% de los agresores han sido víctimas de abuso sexual, pero ella estima que el 100% de los agresores sufrió algún tipo de abuso en su vida: sexual, psicológico o físico.
El que sea gente lastimada no le da derecho a lastimar, declaró al indicar que se estima que una de cada 3 víctimas de abusos se convierte en agresor.