Recomienda IMSS desparasitación para prevenir enfermedades intestinales
QUERÉTARO, Qro., 9 de noviembre de 2019.- Una médico residente de Urgencias del Hospital Regional General 1 de Querétaro, donde fue víctima de acoso laboral por la Jefa del Área de Servicio y la Jefa de Enseñanza, quedó con secuelas de amnesia luego de seis sesiones de Terapia de Electrochoques (TEC) en la unidad de Psiquiatría del Centro Médico “Siglo XXI”.
Al ser un procedimiento agresivo, primero se trató con antidepresivos, pero continuaron sus intentos de suicidio con ingesta excesiva de pastillas, y antes buscó ahorcarse y luego cortarse.
“Primero me hicieron el lavado gástrico, me tenían amarrada, sedada. Después me empezaron a hacer el TEC. Me dieron seis sesiones. Yo perdí todos mis recuerdos. No sabía ni quién era, qué estaba haciendo ahí. No me acordaba de nada. Ya después empecé a recordar. Los doctores me decían quién era, qué hacía ahí, por qué estaba ahí, que había intentado suicidarme. Que en el Hospital de Querétaro me habían maltratado, que habían tenido mucho acoso laboral contra mí”, compartió la residente sobre la intervención durante su hospitalización entre septiembre y octubre.
En la entrevista con SinEmbargo, la residente comentó que podía equivocarse con las fechas porque después de la TEC quedó “con problemas de memoria”, pero compartió documentos de internamiento que coinciden con su narración. También mostró las quejas que presentó por acoso laboral a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), a la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), a la Secretaría de la Función Pública (SFP), y a la Dra. Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, la titular de la Unidad de Educación, Investigación y Políticas de Salud desde el sexenio de Enrique Peña Nieto, quien mandó a través de comunicación social del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) un boletín sin mencionar el caso.
De acuerdo con el IMSS, en la Terapia de Electrochoque –de las prácticas psiquiátricas más antiguas–, al paciente se le aplica anestesia suave y mediante electrodos colocados en el hemisferio izquierdo y derecho de la cabeza se hace una descarga eléctrica de acuerdo con su edad para generar una convulsión que dura entre 20 y 40 segundos, con la cual se provoca la descarga masiva e inmediata de neurotransmisores como serotonina, dopamina y acetilcolina.
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