Itinerario político
La Des(educación) término acuñado por Noam Chomsky como se le ha pretendido atribuir, nos invita al camino de la aprehensión (con h). Sin embargo, permítaseme decir reaprender y reeducarse, para reacomodar la aprehensión vivida, que implique un pensamiento crítico en toda la extensión de la palabra.
¿Será esto posible? En la práctica suele ser complejo, mucho más que en el mero ámbito teórico. No resulta útil un desempeño lineal y unilateral del docente, sino hace falta una simbiosis nueva en el proceso de aprendizaje entre estudiantes y educador. Los resultados saltan a la vista cuando esto es así, y en dicho proceso logra surgir un serio ejercicio de reflexión crítica, desde varios ángulos, como el de la ética por ejemplo, y entonces el aprendizaje se torna distinto, se exploran aspectos que tal vez sin dicho ejercicio no serían palpables ni conscientes para las partes involucradas.
La evolución del pensamiento humano y el comportamiento en sociedad, hace que una metodología crítica en la educación sume a los nuevos métodos la reflexión profunda, seria, mesurada, objetiva y neutra acerca de lo aprehendido. No puede ser de otra manera.
Una enseñanza de tipo enajenante, en la que no haya cabida a la reflexión crítica y significativa de lo que se pretende enseñar y aprender, no es una verdadera educación, será una mera transmisión de información pero no educación, en un sentido de libertad y democracia. Escenarios que no permitan en el educador ni en el educando vivir en forma dialógica, el repensar para ser voces de expresión genuina, para criticar, para confirmar, para dudar, no merecen la pena ser expuestos.
En sintonía con el pensamiento de Chomsky, un adoctrinamiento educativo es tiempo perdido, el joven estudiante requiere desde sus inicios vivir el proceso de aprendizaje de la mano con una conciencia crítica para generar valor; en ese tenor, el análisis ético tampoco debe estar ausente en toda cátedra si lo que se quiere es aportar ideas para mejorar las actuales prácticas humanas en sociedad.
*Juana del Carmen Ramos Juárez, profesora del Departamento Regional de Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro