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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de enero de 2020.- La leyenda en la que este domingo se reafirmó Kobe Bryant trascendió el mundo del baloncesto, al ser galardonado durante la ceremonia 90 de la Premiación de la Academia con el Oscar en la categoría de Mejor Corto Animado, por su cortometraje Querido basquetbol.
El breve filme está basado en una carta que escribió el fallecido jugador de los Lakers al retirarse del basquetbol en abril de 2016.
El poema sobre su amor por este deporte se publicó el 29 noviembre del 2015, con el cual anunciaba su adiós de las duelas. Kobe Bryant, quien ganó cinco títulos con los Lakers de Los Ángeles, falleció este domingo al desplomarse el helicóptero en el que viajaba junto con su hija mayor y 3 personas más.
«Querido baloncesto, desde el momento en el que empecé a ponerme los calcetines de mi padre y a lanzar tiros ganadores imaginarios en el ‘Great Western Forum’ supe que era una cosa real. Me enamoré de ti.
Un amor tan profundo que te di mi todo. Desde mi mente y mi cuerpo hasta mi espíritu y mi alma. Como un niño de seis años enamorado profundamente de ti, nunca vi el final del túnel. Solo me vi a mí mismo corriendo para salir de uno.
Por ello, corrí. Corrí arriba y abajo en cada pista tras cada balón perdido. Preguntaste por mi prisa y te di mi corazón, porque él vendría con mucho más. He jugado a través del sudor y el dolor no porque me llamaran los retos sino porque me llamaste tú.
Lo hice todo por ti porque eso es lo que haces cuando alguien te hace sentir tan vivo como tú me hiciste sentir. Le diste a un niño de seis años el sueño Laker y siempre te querré por ello. Pero no puedo quererte obsesionadamente por mucho más tiempo.
Esta temporada es todo lo que tengo para darte. Mi corazón puede aguantar los golpes, mi mente puede sostener la batalla pero mi cuerpo sabe que es tiempo de decir adiós. Y está bien. Estoy preparado para dejarte ir.
Quiero que sepas ahora que nosotros podemos saborear cada momento que nos queda juntos. Los bueno y lo malo.
El uno al otro nos hemos dado todo lo que tenemos. Ambos sabemos que no importa qué haga después. Siempre seré ese niño con calcetines, la basura en la esquina, cinco segundos en el reloj, el balón en mis manos. 5…4…3…2…1 Te querré siempre, Kobe»