Libros de ayer y hoy
La derecha mexicana agrupada en el Partido Acción Nacional (PAN) ganará la elección para gobernador en Querétaro el domingo venidero. A menos que ocurriera una catástrofe política de dimensiones insospechadas, Mauricio Kuri se convertirá en el siguiente mandatario y por paliza. Las encuestas publicadas hasta el momento indican que su ventaja sería del doble respecto a su más cercana perseguidora, la abanderada de Morena Celia Maya.
La duda no es el resultado de las votaciones en Querétaro. Lo importante será preguntar a la clase política albiazul ¿qué sigue?, ¿qué han aprendido desde el sótano donde los depositó la ciudadanía en las elecciones presidenciales del 2018? No está de más recordarles que, en esa ocasión, Andrés Manuel López Obrador triunfó con 348 mil 198 votos contra 285 mil 783 de Ricardo Anaya, quien, por decirlo de manera coloquial, jugaba de local y ni con esa ventaja pudo.
El grupo panista que está en el poder debe tomarse muy en serio las cosas. Dejarse llevar por la corriente, la inercia de una maquinaria aceitada durante el gobierno que agoniza, sería darse un tiro en un pie. Esta vez la gente los apoyó, pero la próxima vez no tienen nada seguro.
Y no lo tienen porque la gente ya sabe decir “no”. Eso lo demostró en los comicios federales del 2018. Andrés Manuel López Obrador seguirá en la presidencia tres años más y al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) estará Santiago Nieto, un queretano que puede tener pruebas contra el actual gobernador Francisco Domínguez presuntamente involucrado en el caso Odebrecht.
La dirigencia nacional del panismo también deberá tener claro que, si bien conservará Querétaro como uno de sus bastiones más preciados, nada impide que se les vaya de entre los dedos como pez en el resto del gobierno de López Obrador.
Aterrizar propuestas y plantear alternativas viables, pero, sobre todo, distintas al Gobierno federal que garanticen una buena calidad de vida para la gente en Querétaro, debería ser una obligación, si quieren mantenerse en el poder.
Rendir cuentas no es un favor, es una exigencia ciudadana. Si meten la cabeza debajo de la tierra, hacen como que nada pasa o, peor aún, esconden los expedientes sobre enriquecimientos inexplicables, van a pender de un hilo y las tijeras para cortarlo las tiene el Gobierno federal.
Javier Esquivel
En todas las campañas electorales las encuestas que miden la intención de voto juegan un papel de suma importancia para la generación de inteligencia política y como insumo determinante para la toma de decisiones de sectores clave como los inversionistas, empresarios, organizaciones no gubernamentales y sin duda para los partidos políticos.
El lugar geoestratégico que juega el estado de Querétaro y su posicionamiento económico a mediano y largo plazo hacen que las encuesta que miden quienes serán sus próximas autoridades gubernamentales y legislativas sean de lo más trascedente.
Toda la atención está centrada en la publicación y máxima publicidad de los análisis y los resultados más confiables y serios de las encuestas mes a mes desde que comenzó el proceso electoral.
Los tomadores de decisiones políticos y empresariales del estado desde un comienzo detectaron que con las encuestas podrían tener indicador confiable. Midieron la aprobación de gobierno, el ánimo social, el grado de satisfacción ciudadana con los indicadores sociales y económicos, así como también el nivel de aprobación presidencial para determinar los escenarios después del domingo 6 de junio.
Ante este contexto, pocos fueron los medios de comunicación masiva o universidades de Querétaro que efectuaron sus propias encuestas o contrataron empresas especializadas para la generación de mediciones de intención de voto para la renovación de la gubernatura, congreso local, presidencias municipales o para conocer a sus 5 representas al congreso federal por la vía de la mayoría relativa.
Sin embargo, si hubo una exposición masiva local de encuestas generadas a nivel nacional por casas encuestadoras contratadas por los partidos políticos o por los también pocos medios nacionales que efectuaron mediciones con las dificultades que una pandemia mundial implica.
En el ambiente electoral queretano a lo largo del proceso electoral tuvimos una sobre oferta de información demoscópica que permitió hacer diversos juegos estratégicos.
Los partidos políticos tuvieron la oportunidad de generar administrar y modificar percepciones con las encuestas para motivar a sus estructuras y desalentar a las del rival, para posicionarse como marca política y generar imágenes que les permitiera mejorar sus niveles de credibilidad y confianza.
En este primer estadio, ya se perfilaban tendencias a favor de unos y contra de otros, así como la clarificación de escenarios hacia dónde podía tomar camino la elección con la designación de candidatas y candidatos. No obstante, el juego táctico de la percepción para sumar o restar votos apenas comenzaba.
A unas horas de comenzar la veda electoral las encuestas públicas -locales y nacionales- marcan categóricamente una tendencia clara por la continuidad por seis años más en el ejecutivo local. La distancia promedio entre el primer y segundo lugar se antoja muy complicado de igualar a menos de 100 horas de que abran los centros de votación.
Podríamos enumerar diversas causas de esta diferencia como la aprobación de la marca del partido que se vislumbra ganador, la aprobación presidencial, la aprobación del gobernador saliente, la imagen política de las y los competidores, la efectividad de la campaña que incluye la propuesta y la estrategia para sumar o restar votos. Sin embargo, los números promedio nos indican que aun con la mejor activación de acciones legales para el día D se pueda superar al PAN.
Los resultados de las encuestas aun con su margen natural de error, marcan una tendencia clara de quién podría ser el futuro ganador. Difícilmente podría ocurrir un evento jurídico o de crisis que invalidara el resultado que marcan las encuestas para gobernador.
No obstante, la realidad numérica demoscópica para el PAN es de claros y oscuros. No todo es color azul y no es tan marcada la dureza de su voto en el territorio estatal.
Para el caso de las 18 presidencias municipales no todo es tan claro existen elecciones muy competidas con datos demoscópicos que indican empates con margen de error. El comparativo de los resultados nos indican que existe una sana competencia entre partidos y escenarios cerrados difíciles de predecir como Querétaro, la capital del estado y muchos otros donde el PRI sigue competitivo, Morena firme y con amplias posibilidades y un Movimiento Ciudadano que hace presencia.
La pluralidad partidista -de acuerdo a lo que nos indican las encuestas- se manifiesta más en el ámbito municipal y para las diputaciones locales lo que pone en duda la fidelidad de las estructuras y militantes del PAN y PRI a nivel estatal que dominaron con anterioridad las elecciones.
Afirmar que con lo hasta hora publicado y analizado por las encuestas es hasta ahora un ejercicio arriesgado. La fortaleza del voto de los partidos y su intención de voto manifiesta vía sondeo cara a cara se rompe en escenarios donde la elección es a tercios- donde cualquiera de los tres partidos puede ganar- como es el caso del distrito federal 02 donde la diferencia entre el PRI, MORENA y PAN es de menos de 1 puntos porcentuales.
Los resultados publicados legalmente – tres días antes de la elección- también nos indican la evidencia de que podría existir un voto cruzado o diferenciado. Los ciudadanos de Querétaro manifiestan que votarán por la opción que más esperanza y confianza les genera para gobernador del estado, pero votarán por las y los candidatos que más les conviene en lo municipal. Este efecto de cercanía y conveniencia es manifiesto en más de la mitad de los 18 municipios.
Otro factor importante que nos indican los resultados de las encuestas es la participación ciudadana. La efervescencia electoral generada por la polarización entre coaliciones a nivel nacional, el sentido de no perder lo ganado por el queretano por más de una generación predispone que habrá porcentajes promedio superiores de participación ciudadana en elecciones anteriores. El elector de Querétaro generalmente tiene alta participación en las urnas cuando está en juego la gubernatura y este 2021 no será la excepción.
Ante estos escenarios demoscópicos -que no son concluyentes para las presidenciales municipales, diputaciones locales y federales-, los partidos políticos deberán apostar su mayor capital económico y humano al diseño y ejecución de un plan para el día D.
El ganar o perder una elección en la mayoría de los distritos locales, federales y presidenciales municipales no está supeditado al juego de difusión de encuestas o la generación de percepciones de victoria o derrota dependerá ya de la capacidad de movilización del voto y de la defensa jurídica de cada partido.
Los resultados hasta ahora de las encuestas dan certidumbre financiera para algunos, para otros marcan la ruta a seguir para la próxima elección presidencial y para la mayoría dibujan el camino a seguir para superar sus propias metas ciudadanas y seguir trabajando para mejorar su propia calidad de vida.
Mario Vázquez Soriano
El profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus Querétaro, Mario Vázquez Soriano, dijo que es probable la confirmación de la intención de voto en la Gubernatura que las encuestas marcan a favor del candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Mauricio Kuri González.
Sin embargo, dijo que es poco probable que sea una diferencia abismal, como lo marcan algunas encuestas, con hasta 20 puntos de ventaja.
Indicó que la tendencia puede cambiar cuando los electores se encuentran frente a una boleta, pero consideró que es una ventaja que podría dar el triunfo del panista.
“En otros foros, no necesariamente del Estado de Querétaro, el partido opositor en el estado, que sería Morena, tiene muy difícil la elección para la Gubernatura, es de las más complicadas con su nuevo León y San Luis Potosí”, expresó el académico.
Sobre la elección por la capital, dijo que se encuentra un poco más apretada, y que incluso podría darse el caso en que el Gobierno estatal y la Administración capitalina no emanen de la misma fuerza política.
Recordó que, en la elección del año 2018, la pugna por el municipio de Querétaro se resolvió a través de un reconteo de votos, por lo que no descartaría un escenario similar en la elección del domingo.
“Hay que recordar la elección pasada que fue muy reñida en el 2018, fue muy peleada y tuvo un reconteo de votos. Pudiera ocurrir que se presente un escenario similar en donde se encuentra el voto por voto la noche de la elección y ahí tengo dudas. No podría garantizar cuál es el caballo que va enfrente en la carrera por la presidencia municipal; la veo muy disputado”, declaró Mario Vázquez.