Opinión|José Luis Camacho

¿Quién defiende a Medina Mora? ¿Quién ataca a Santiago Nieto Castillo?

Un sentido pésame a mi gran amigo Marcelo Ebrard.

Parece obligado iniciar esta columna diciendo: ¡Es la corrupción lo que se combate pendejos! Desde los siguientes días de su renuncia a la fecha, han aparecido historias negras, una tras otra, del muy controvertido exministro de la Suprema Corte de Justicia Eduardo Medina Mora.

Son historias que van desde “omisiones” que lo convierten en cómplice de hechos como el que relato el sábado pasado en su columna Salvador García Soto, espléndida información por cierto, en la que narra como en el decomiso más grande realizado en México, 22.5 toneladas de cocaína en el Puerto de Manzanillo, tuvieron un desenlace en el que el entonces procurador Medina Mora dejó impunes a los aduaneros que, lógicamente, habrían sido quienes dejaron que llegara a Manzanillo el cargamento de droga procedente de Colombia, hasta la participación de su familia en empresas como las que señala la edición de Proceso en circulación (CompuSoluciones, La Red Corporativo y Visión Holding México, que recibieron contratos entre enero de 2007 y septiembre de 2009, por 168 millones 304 mil pesos).

Vendieron a la SEDENA y a la propia PGR equipo de espionaje que a los dos años ya era obsoleto.

Medina Mora como magistrado tiene un historial lleno de claro oscuros.

Votó contra la regulación del etiquetado con información nutricional; votó a favor del arraigo domiciliario; a favor de que los ministros tengan facultad de bloquear cuentas bancarias; amparó contra el ISR a Beatriz Sánchez Navarro, ex accionista de Grupo Modelo; a propuesta suya la UIF no podrá bloquear cuentas bancarias.

Esto último le permitió a Juan Collado mover, ya consignado, 10 millones de pesos. Asimismo también levantó la restricción a la Fiscalía de Chihuahua para investigar al expresidente Enrique Peña Nieto.

Días antes de renunciar mandó un proyecto para suspender sanciones contra el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez El Bronco. Liberó en Tijuana cuentas propiedad de narcos y tratantes de blancas por más de 4 mil millones de pesos. Eso y más contiene el historial de Media Mora.

Algunos periodistas han tratado de victimizar a Medina Mora presentándolo como un perseguido político de López Obrador y de Santiago Nieto Castillo.

Esos identificados columnistas tratan de presentar a Santiago Nieto como un acosador fiscal de Medina Mora por el bloqueo que obligadamente realizó de sus cuentas personales y empresariales.

El titular de la UIF de Hacienda respondió a sus detractores y calumniadores diciendo en un tuit que el congelamiento de las cuentas de Medina Mora se realizó días después de que el ministro renunciara. Nada de acosamiento fiscal previo.

Santiago Nieto Castillo fue defenestrado cuando se negó a obedecer a Luis Videgaray para que dejara de investigar la relación de Emilio Lozoya, hoy prófugo de la justicia, con los sobornos de la empresa petrolera brasileña Odebrecht a la campaña de EPN y a PEMEX ya cuando Lozoya la dirigía bajo la protección del entonces poderos titular de Hacienda.

Santiago Nieto es un funcionario duro, recto, que no gusta de matizar las evidencias de corrupción o nepotismo que llegaran a darse, o que se dieron, desde que ocupa cargos como la FEPADE y ahora la UIF de la Secretaría de Hacienda.

Por esa razón existen varios connotados personajes del círculo cerrado del expresidente Peña Nieto que serían beneficiarios con una campaña de desprestigio a Nieto Castillo que, ilusoriamente, concluyera con su salida de la UIF de Hacienda.

Esta es una historia que apenas empieza para la causa penal que está en proceso en contra de Eduardo Mora, quien se relaciona con nombres tan escalofriantes como Carlos Salinas, Diego Fernández de Cevallos, Juan Collado, Carlos Romero Deschamps que en su momento pudieran ser llamados a comparecer en el proceso de Medina Mora. Otra vez. Peñistas y calderonistas sufren cuando recuerdan aquella sentencia que dice: “en política nada es casual”. EN

TIEMPO REAL

1.- La diputada local Connie Herrera del partido Querétaro Independiente participó activamente en todas glosas del Cuarto Informe de Gobierno de Francisco Domínguez. Connie Herrera se ha distinguido por ser una legisladora cercana a la gente. Ha recorrido comunidades rurales en todos los municipios de Querétaro recogiendo los deseos y necesidades del pueblo. Actualmente el partido Querétaro Independiente está negociando una alianza con Redes Sociales Progresistas, que encabeza la maestra Elba Esther Gordillo, con vistas a los comicios del 2021. Si la negociación se concreta de forma positiva para ambas organizaciones, es probable que Herrera forme parte de una nueva opción partidista en los próximos comicios electorales. 2.- Ayer se celebró en Baja California una enorme farsa, la consulta ciudadana para legitimar la llamada Ley Bonilla, que no es más que la ampliación del mandato de Jaime Bonilla de dos a cinco años. Aunque la ciudadanía votó por un periodo de dos años, el hoy gobernador electo se empeñó y logró que un Congreso local corrupto modificara la constitución a su favor. Su decisión ha sido ampliamente cuestionada incluso por miembros de su partido. Al no saber cómo seguir adelante con su ambiciosa pretensión, Bonilla busca que una consulta que carece de base legal y con preguntas amañadas, le ayude a concretar la ampliación de mandato. Pero la realidad es que la pelota está en la cancha de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 3.- El periodista e investigador del Colmex Sergio Aguayo perdió una demanda por daño moral, que el exgobernador de Coahuila interpuso en su contra, por lo que deberá pagarle 10 millones de pesos, pero Aguayo ya se amparó. El periodista ha recibido un total y absoluto respaldo por parte de la comunidad académica, periodista e intelectual, su trabajo investigando la violencia criminal en Coahuila ha abonado a la verdad y está respaldado por las víctimas. En cambio a Humberto Moreira muy pocos lo apoyan, después de su pésimo mandato que estuvo plagado de irregularidades, él mismo se auto exilió en España, pues no lo tolera nadie, ni su propio hermano Rubén, quien fue su sucesor.