Opinión|José Luis Camacho Acevedo

Mi comentario era un recordatorio al presidente López Obrador de que, ya fuera con Trump, con Obama o ahora con el político originario de Scranton, Pensilvania, la relación con el vecino país en los temas torales de la agenda bilateral (migración, remesas, combate al narcotráfico, venta indiscriminada de armas, entre otros) no cambiaría para nada de manera sustantiva.

Donald Trump, en su bipolar relación con México, un día le daba palo al tema migratorio con la construcción del muro fronterizo, y al siguiente se congraciaba con acciones como mantener en prisión a Genaro García Luna, mano ejecutora de Felipe Calderón, convertido en Némesis de AMLO, o liberar al ex secretario de la defensa peñista Salvador Cienfuegos.

Pero con la detención de Emma Coronel en un aeropuerto de Virginia, es obligado hacerse una nueva lectura de la relación en materia de combate al narcotráfico que está imponiendo ya Joe Biden con la captura de la esposa de Joaquín, El Chapo, Guzmán.

Para Biden el tema del combate al narcotráfico, en lo que se refiere al papel clave que juega nuestro país en ese delicado asunto, está mostrando un perfil menos vacilante y campechano que el que mantuvo su antecesor Donald Trump.

Para citar al clásico de Macuspana, sin duda que la detención de la esposa del Chapo Guzmán, en base a una denuncia del FBI, que le reporta directamente al presidente de Estados Unidos, y no de la DEA, nos manda el mensaje de que Biden tiene otros datos.

A Emma Coronel la acusa un testigo FBI.

El agente especial Eric McGuire fue quien realizó la denuncia que de inmediato atendieron los servicios de seguridad de Joe Biden.

Consignan la mayoría de las notas internacionales datos como los siguientes:

“De acuerdo con documentos de la corte, Aispuro está acusada de participar en una conspiración para distribuir cocaína, metanfetaminas, heroína y marihuana para ser importada en Estados Unidos”.

“Además, se la acusa de haber ayudado a que «El Chapo» escapara el 11 de julio de 2015 de la prisión mexicana en la que estaba encarcelado.

Las autoridades estadounidenses también aseguran que, después de que «El Chapo» fuera detenido de nuevo en México en enero de 2016, Coronel ayudó a planear otra fuga de prisión para su marido, antes de que este fuera extraditado a EE.UU. en enero de 2017.”

Sin duda, Joe Biden en materia del combate al narcotráfico y su relación con México, definitivamente tiene otros datos.

EN TIEMPO REAL.

1.- Los empresarios de Monterrey insisten en que los videos de Ramón Alberto Garza, Código Magenta, son financiados por Alfonso Romo. Lo que conjeturan empresarios como José Antonio Fernández, el Diablo, asesorado por el talentoso Roberto Campa, Carlos Salazar y demás herederos del Grupo Monterrey, es que Romo Garza quiere seguir siendo, por encima de Tatiana Clouthier, el único puente entre el presidente López Obrador y los empresarios regios.

Y la verdad es que Código Magenta no es la primera que amarra filosas navajas entre el presidente López Obrador y el poderoso empresario Fernández Carbajal, líder de FEMSA.

2.- El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, puede alzarse con dos importantes victorias en la disputa por las 15 gubernaturas que estarán en juego el próximo 6 de junio. Para Acción Nacional los expertos consideraban que solamente ganaría la gubernatura de Querétaro con el senador Mauricio Kuri como candidato.

Pero en Michoacán la alianza PAN-PRD-PRI está avanzando por encima de un Morena muy dividido con la candidatura del pupilo de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy, el alcalde de Morelia, Raúl Morón. Ya se da por ganador a Carlos Herrera Tello. Y la sorpresa puede ser Nuevo León.

Si Marko Cortés logra que el desdibujado aspirante panista al gobierno de esa emblemática entidad, Fernando Larrazábal, se sume al priista Adrián de la Garza, los números darán una vuelta de 189 grados y la presunta ventaja de Clara Luz Fuentes, candidata de Morena, se estaría esfumando de una manera muy peligrosa.

3.- Después de los reclamos del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien consideró que la Auditoría Superior de la Federación exageró en su evaluación sobre la cancelación del NAIM en Texcoco, el organismo se retractó e indicó que hubo un error metodológico en el cálculo de dicha suspensión.

En la tercera entrega de la fiscalización a la Cuenta Pública de 2019, el organismo señaló que el costo por cancelar el aeropuerto en Texcoco superó los 331 mil millones de pesos, una cifra 232 por ciento más elevada que la planteada por el gobierno, quien aseguró que la suspensión le costó al erario 100 mil millones de pesos.

La exdirectora de Auditoría Forense en ASF, Muna Dora Buchahin, señaló que las omisiones del auditor David Colmenares deberían derivar en un procedimiento administrativo contra éste y el equipo que elaboró la auditoría de la cancelación del aeropuerto de Texcoco.