Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Judith Álamo López
Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión: Paul Auster
En tiempos de altas temperaturas, con efectos adversos a la salud que van del agotamiento físico, calambres, dolores o espasmos musculares hasta la muerte por golpe de calor, el caudillo de Macuspana, líder sempiterno del Movimiento de Regeneración Nacional, lanzó el tercer acto de su obra: Sucesión adelantada.
Y como si se tratara de una comedia negra, que hace uso de la sátira e ironía, corona sus desplantes antidemocráticos con una reunión con los consejeros electorales del INE en Palacio Nacional, en martes 13, para leerles la cartilla y conminarlos a dejar atrás los tiempos en que “se justificaron y legitimaron fraudes». –Carcajada de los espectadores–.
Ojalá y no descubramos que el árbitro electoral fue reblandecido con los ataques del presidente de la República, recordemos siempre que una vez que AMLO se hizo del poder presidencial, luego de ser legitimado por la autoridad electoral, comenzaron sus ataques arteros para desvirtuar al INE y sus consejeros, con violaciones constantes a la legislación electoral, al grado de querer anular su operatividad con el llamado Plan «B».
La sociedad civil le exigió al jefe del Ejecutivo: «El INE no se toca», porque esa historia la vivimos todos los ciudadanos exigimos a los funcionarios del INE que hablen con autoridad, que no se abuse de las formas cortesanas.
Esperamos que en las tres horas de reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei y el resto de los consejeros hayan encontrado la manera de exigirle al primer mandatario respeto a la autonomía del INE y a las leyes y tiempos electorales. La genuflexión no cabe en los árbitros electorales. Ya veremos…
Mientras más se insista en hacer creer al pueblo que estamos ante un ejercicio democrático alejado de los tiempos del tapado, más se motiva la imaginación colectiva para encontrar una explicación lógica sobre la conducta del llamado mesías tropical, que entre otros excesos incorporó la presencia militar en la administración de las grandes obras y empresas públicas y con ello ha buscado hacer sus aliados a los jefes del Ejército. Tenemos un presidente autocrático que quiso reformar la Constitución o la legislación secundaria para eliminar contrapesos al Poder Ejecutivo.
Hay quienes encuentran parecido entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Plutarco Elías Calles, quien hace casi un siglo fundó al partido antecesor del PRI (Partido Nacional Revolucionario), para ello repartió el país entre los caudillos revolucionarios, mientras que AMLO intenta repartir puestos de consolación entre sus corcholatas.
En el «Acuerdo» avalado por las corcholatas en el Consejo Nacional de Morena, se establece que quien resulte con el primer lugar en la encuesta «madre» será candidato presidencial; el segundo y tercero, serán líderes de sus fracciones en el Senado y la Cámara de Diputados; y el cuarto, será incluido en el Gabinete en una posición privilegiada.
Palacio Nacional se erigió como el ágora donde un hombre investido de poderes políticos y divinos diseñó las reglas para dar sustento al montaje de la gran comedia «democrática» preelectoral rumbo al 2014, parecida al dedazo presidencial priísta, pero sin duda se trata de una nueva modalidad, presentada en función dominical vespertina.
El gobernador sonorense Alfonso Durazo con voz parsimoniosa, ad hoc para el momento, dio lectura a los «acuerdos», las corcholatas firmaron voluntariamente sendas cartas de compromiso para apegarse a ellos. Como dijo el secretario Adán Augusto López, «los tiempos del señor son perfectos», sólo faltó agregar: y las reglas del señor son perfectas, también.
Estas se difundieron como innegociables y precisas en cuanto a fechas de separación de los cargos, inscripción de aspirantes, prohibiciones para la cargada, tiempo de giras, medios de comunicación a utilizar, realización de una encuesta morenista que será verificada en espejo por cuatro encuestadoras independientes y no habrá debates entre las corcholatas. Quizá no sean tan rígidas en cuanto a la selección de medios de difusión y dejen aplicar criterio de los aspirantes,
Sólo se elude tocar un punto básico: ¿de dónde obtendrán recursos las corcholatas? Trasciende que será cada aspirante quien sufrague sus gastos. ¿Será?
Culminarán las precampañas el 6 de septiembre con la elección del candidato presidencial morenista, a quien a modo de disfraz para eludir sanciones de las autoridades electorales han denominado: Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
El primero en renunciar fue Marcelo Ebrard, considerado por algunos analistas el mejor preparado para ocupar el cargo de presidente de la República, sin embargo, ha exigido suelo parejo para los cuatro contendientes, pero no es ingenuo, conoce bien la realidad.
Claudia Sheinbaum, quien renunciará el próximo viernes, se ha perfilado como la favorita del líder y de cuando menos siete gobernadores de los 22 morenistas. Ella inició su precampaña con mucha ventaja, poco después del destape hecho por AMLO de sus corcholatas, en julio del 2021. Para noviembre de ese año empezaron a aparecer bardas pintadas con #EsClaudia y espectaculares con el perfil de la jefa de Gobierno en todo el país. Hay dudas, quejas, investigaciones y sanciones de la autoridad electoral sobre quién pagó por esta propaganda millonaria.
Paralelamente al gran montaje que está logrando su cometido de CIRCO para el pueblo, en el país sigue la destrucción, camina México hacia el liderazgo mundial en violencia, las cifras son escandalosas en homicidios, desapariciones, feminicidios. Muerte, impunidad, injusticia, inseguridad. Las estrategias fallidas de políticas públicas, de acciones de gobierno no se resuelven, no hay respeto a las leyes, tampoco a los derechos humanos.
No hay quien atienda con efectividad ni atingencia asuntos de la ciudad –esta semana se sumó la Línea 9 a las descomposturas regulares del Metro por falta de mantenimiento, con miles de afectados–; ni se atienden demandas como la de los agricultores sinaloenses –a más de un mes sin respuesta, desesperados tiran granos de trigo y maíz–; ni el legislativo interviene para regularizar el funcionamiento del INAI; pero Claudia, Adán Augusto y Ricardo se despiden de sus subalternos en medio de jolgorios, posan sonrientes y hacen promesas. Ya están en precampaña.
Los conductores de noticiarios presentan indiferentes la agobiante carga informativa conformada por un exceso de nota roja junto a la devastación que provoca la mayor onda de calor de la historia reciente y la parafernalia por los actos anticipados de campañas políticas de los morenistas dentro de la comedia negra preelectoral hacia el 2024.
Ayer destacó una información que muestra una docena de unidades de la Guardia Nacional con un centenar de oficiales armados hasta los dientes custodiando a la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero. Ella declaró que por amenazas y el asesinato de uno de sus custodios decidió vivir en el Cuartel MIlitar, junto con su hijo y su perro, agregó ver en ello ventajas, pues al niño le convendrá adoptar la disciplina militar. Estampa esta de un gobierno federal improvisado, arrasado por la violencia, de arreglos emergentes absurdos, inaccesibles y onerosos para la gente común.
El presidente de la República parece imponer sus reglas y sus tiempos por encima de las instituciones autónomas y las leyes, al grado de que sus críticos claman porque los partidos de oposición se manifiesten cuanto antes y hagan alianza con organizaciones ciudadanas civiles, ya que los morenistas van solos, en caballo de hacienda, y crece el temor de no poder levantar un valladar que detenga las ambiciones desmedidas de poder del inquilino de Palacio y sus huestes. El miedo es a perder libertades y derechos ciudadanos.