Logra preescolar Rosario Alvarado distintivo de salud en Querétaro
QUERÉTARO, Qro., 19 de junio 2020.- El cáncer renal es aquel que se origina y afecta a los riñones. De acuerdo con datos de GLOBOCAN, México registró en el 2018, más de 4 mil 400 nuevos casos en todo el país, y más de 2 mil 700 muertes por esta causa.
Existen varios tipos de cáncer de riñón, pero el carcinoma de células renales, también conocido como cáncer de células renales, es el tipo más común. Alrededor de 9 de cada 10 casos de cáncer de riñón son carcinomas de células renales.
Silvia Peralonso Bombin, directora médica asociado para MSD Oncología, explica que “existen factores de riesgo que hacen que una persona sea más propensa a padecer cáncer de riñón tales como tabaquismo, obesidad, hipertensión arterial, antecedentes familiares del cáncer de riñón, exposición a ciertas sustancias en el lugar de trabajo, género, ciertos medicamentos y enfermedad renal avanzada”.
“De acuerdo con estudios, se ha visto que la actividad física que se realiza en el tiempo libre puede ser una buena medida de prevención, pues está asociada con un menor riesgo de 10 cánceres, teniendo las mayores reducciones de riesgo en adenocarcinoma de esófago, cáncer de hígado, cáncer gástrico del cardias, cáncer renal y leucemia mieloide”, detalló Peralonso.
Este año, la Intenational Kidney Cancer Coalition se enfocará en difundir la actividad física como medida de prevención del cáncer renal, de ahí la importancia de crear conciencia sobre la importancia que tiene mantenerse activo en la salud renal.
Los cánceres de riñón por lo general no causan ningún signo o síntoma en sus inicios, pero los tumores más grandes sí pueden ocasionarlos. Algunos de los posibles síntomas y signos son:
Sangre en la orina
Dolor en un lado de la espalda baja
Una masa o protuberancia en el costado o espalda baja
Cansancio
Pérdida del apetito
Pérdida de peso sin hacer dieta
Fiebre que no es causada por alguna infección y que no desaparece
Anemia
De acuerdo con información de la American Cancer Society los tratamientos locales, consisten en tratar el tumor sin afectar al resto del organismo. Estos tratamientos tienen más probabilidades de ser útiles para los cánceres en etapas más tempranas: cirugía ablación y radioterapia. Mientras los tratamientos sistémicos, que consisten en tratar el cáncer de riñón con medicamentos que pueden administrarse por vía oral o directamente en el torrente sanguíneo: terapia dirigida, inmunoterapia y quimioterapia.