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YEMEN, 23 DE JULIO 2017.- Tras dos años de conflicto bélico, Yemen se enfrenta a una devastadora epidemia de cólera que ha dejado ya 1.500 muertos en el país.
El representante de la OMS en el Yemen, Nevio Zagaria, que calificó la situación de «grave», aseguró en una rueda de prensa en Saná, que el número de afectados se eleva a 246.000 personas.
El pasado 27 de junio, la organización anunció que la cifra de fallecidos era de 1.400 y la de contagiados de 218.000.
El pasado viernes, Oxfam alertó de que la inminente llegada de las lluvias a Yemen podría provocar una rápida propagación de la epidemia, por lo que pidió a la comunidad internacional que redoblase sus esfuerzos para forzar un alto el fuego que permita el reparto de ayuda.
Epidemia impulsada por la guerra
«Yemen está de rodillas tras dos años de guerra. Para muchas personas, debilitadas por la guerra y el hambre, el cólera es un golpe definitivo», subrayó la directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima.
Unos 10.000 civiles han muerto desde que estalló el conflicto en marzo de 2015 y 18,8 millones de yemeníes requieren actualmente asistencia humanitaria, 10,3 millones de los cuales necesitan ayuda urgente.
Las organizaciones que trabajan en agua y saneamiento se están viendo superadas debido a que la guerra ha dañado los sistemas existentes y además la basura se apila en las calles de las ciudades y los campos de desplazados, lo cual facilita la propagación del cólera.
Entretanto, denunció Oxfam, la comunidad internacional está vendiendo más armas al Ejército saudí, que apoya al Gobierno yemení en el conflicto, de lo que está destinando al llamamiento humanitario de fondos.
En concreto, precisó la ONG, Arabia Saudí gastó casi 3.000 millones de dólares en comprar armas a los principales exportadores en 2016. Muchos de esos gobiernos, añadió, han aportado en lo que va de año 620 millones de dólares de los 2.100 que ha pedido la ONU este año para Yemen.
«Es inconcebible que el valor de las ventas de armas multiplique casi por cinco el esfuerzo humanitario», lamentó la directora de Oxfam.