Cómo celebrar el Guadalupe-Reyes sin excederte ni arrepentirte
GUERRERO., 7 de septiembre de 2020.- Luego de que 20 familias fueran expulsadas de sus comunidades en el 2017, lo que ha dejado a alrededor de 30 niños sin clases desde entonces, que se encuentran refugiados en Filo de Yolotepec, del Municipio de Ayutla de los Libres.
Pedro Gatica Estrada, desplazado de la comunidad de Santiago Yolotepec, señaló que la causa de su desplazamiento se debió a un problema en la escuela primaria donde el supervisor, Isidro Remigio Cantú, les exigía dinero a cambio de entregarle las boletas de calificaciones a lo que se opusieron.
El problema se hizo más grande, y en una asamblea de la comunidad, decidieron que si no acataban esas medidas se fueran del pueblo.
Anastacio Basilio Castro, era originario de la comunidad de la Ciénega, tuvieron el mismo problema y a petición de los ciudadanos de Santiago Yolotepec, también fueron echados de su localidad, para sumar un total de 20 familias.
Los desplazados por no buscar problemas se refugiaron en un predio que les prestaron a 30 minutos de sus localidades, donde al principio les permitían al menos a sus hijos a asistir a clases en los niveles de preescolar, primaria y secundaria, pero eso sólo fue un tiempo.
Posteriormente por acuerdos de las localidades les negaron también el acceso a clases, y desde entonces los niños ya no pudieron seguir sus estudios.
Durante tres años han pedido a las autoridades municipales, primero como Ayuntamiento de Ayutla y luego a la Casa de los Pueblos, que se les reconozca como delegación para que puedan enviarles maestros de Conafe, pero han sido ignorados.
Han enviado oficios a las autoridades educativas estatal y federal para que les envíen maestros y para entrar a los programas de la Secretaría de Bienestar, pero sus esfuerzos no han rendido frutos.
En el predio donde se encuentran refugiados no cuentan con carretera, por lo que tienen que caminar alrededor de 40 minutos para adquirir víveres, tampoco cuentan con energía eléctrica.
En ambas localidades les niegan también el servicio médico, por lo que al menos dos mujeres han tenido que dar a luz sin ninguna asistencia, poniendo en riesgo la vida de la madre y de sus hijos.
A los habitantes de esta nueva comunidad, les preocupa el futuro de sus hijos, quienes han perdido ya tres ciclos escolares, y aún no se concreta su registro como delegación.
Gregorio Basilio Flores, un joven que sólo llegó a primer grado de secundaria, ha tratado de enseñar a los niños a por lo menos leer, escribir y lo básico de matemáticas, así como actividades artísticas.
Debajo de un árbol congrega a los niños por las tardes para enseñarles lo poco que logró aprender en la primaria y la secundaria, aunque saben que no cuentan con ningún documento que avale sus conocimientos.
El Equipo de Apoyo, en el que participan los activistas Hoger Morales Miranda y Gonzalo Molina han exigido a las autoridades atender a los desplazados, quienes están en pésimas condiciones de vida.
Hicieron llamado a responder a sus demandas lo antes posible y garantizarles los derechos a la salud, vivienda y educación, y si no pueden resolver los conflictos que se les doten de servicios, como carretera y electricidad.
De no responder a los llamados de manera pacífica, advirtieron que pronto estarán tomando la Casa de los Pueblos en Ayutla de los Libres, así como carreteras federales y casetas de las autopistas.