
Libros de ayer y hoy
Hay razas y niveles en Morena
La Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, parece estar aplicando la máxima de “en abonos” para atender a los morenistas queretanos, no por falta de tiempo, sino por estrategia. En Morena, como en toda fuerza en ascenso, hay castas: los “puros”, los “neos” y los que aún no saben bien a qué grupo pertenecen. La recepción diferenciada primero Luis Humberto Fernández y luego Gilberto Herrera evidencia la fragmentación que aún persiste en el movimiento en Querétaro. La ausencia de personajes como Edgar Inzunza o Arturo Maximiliano García podría explicarse no solo por su pasado panista, sino porque todavía no les otorgan “la bendición”. En tiempos donde la unidad es discurso, la funcionaria prefiere el trato segmentado, como quien revisa cuidadosamente a quién sí le abre la puerta… y a quién le deja el recado.
Sin amigos insiste en que la UAQ, UNAM y Conagua se equivocan
Por cierto el diputado federal Gilberto Herrera titula su foto con Rosa Icela Rodríguez como un acto en defensa del agua, contra la privatización y la deuda, al más puro estilo del discurso oficialista: «primero el pueblo». Pero habría que preguntarle directamente a la secretaria de Gobernación si en realidad ese fue el tema o si el encuentro fue más bien un intento soterrado de frenar el proyecto de El Batán, ya avalado por el propio gobierno federal. El “científico del sombrero de paja” se presenta como defensor de causas populares, pero sus pasos en la capital del país sugieren otra cosa: una cruzada política disfrazada de preocupación ambiental.
Padrón de irresponsables en construcción
El alcalde de Querétaro, Felifer Macías, ha lanzado un mensaje claro: no habrá impunidad para los fraccionadores irresponsables ni para los funcionarios que, por omisión o complicidad, autorizaron desarrollos defectuosos y hasta peligrosos. En una ciudad donde el crecimiento urbano ha sido vertiginoso y en muchos casos, desordenado, es momento de ajustar cuentas.
Que no haya silencio ni archivo es lo mínimo que la ciudadanía exige. Felifer va en serio, y este podría ser el inicio de una verdadera rendición de cuentas urbana.