Los límites de la complacencia
Libros de ayer y hoy
El Chapo, un sismo y minisismos, ¿quien es el culpable?
Teresa Gil
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México gestionará la devolución de los 12 mil 666 millones de dólares confiscados a Joaquín Chapo Guzmán en Estados Unidos. Los crímenes se cometieron aquí, dice el canciller Marcelo Ebrard. Lo anterior se da luego de que Guzmán fue sentenciado. En momentos en que nos abruman los sismos, como un sismo mayor podemos considerar las sentencias de cadena perpetua y una más de 30 años, dictadas contra el sinaloense. Es un evento con el que el poder judicial estadounidense ha puesto en la noticia mundial a México, creador según sus consignas de uno de los delincuentes mayores del narcotráfico. “Su maldad es abrumadora -dijo el juez de la causa-, es como una cordillera de evidencia”. Palabras que reflejan -independientemente de la culpabilidad del señor Guzmán- , la profunda doble moral de un sistema que apaña a un culpable pero evade su propia responsabilidad como el país que más demanda drogas para su consumo. La responsabilidad de su sistema, de los millones de ciudadanos que demandan droga y favorecen el crimen en países pobres a través de esas demandas, queda sepultada, como todas las acciones que comete Estados Unidos en el mundo y se yergue con su falsa moralidad democrática con invasiones, golpes, sanciones económicas y amenazas permanentes. Días antes había renunciado al gabinete de Trump, el secretario del trabajo Alexander Acosta, con la carga de haber sido fiscal en un juicio contra el millonario Jeffrey Epstein, acusado de pederastia y trata de menores y quien en 2008 libró el cargo federal por esos delitos. Se da, como coincidencia, en momentos en que un tribunal que se considera impoluto -según las declaraciones de su juez-, prepara la sentencia por narcotráfico contra Guzmán, y la trata de mujeres y menores se acrecienta en el mundo, paralelo en ganancias al delito que se está juzgando.
EL ENJAMBRE SISMICO SE DA VUELO EN LA CAPITAL.MINISISMOS DIARIOS
Es clásica la frase que se atribuye a Charles Frances Richter, cuando le preguntaron que hacer en caso de sismos: “Quedarse donde estén y encomendarse a dios”, respondió. Ahora será muy persistente aplicar ese consejo del famoso sismólogo, con los minisismos de cada rato que se están produciendo en la Ciudad de México. Es un enjambre sismico, según la Red Sísmica del Valle de México, pero pese a su cortedad y escasez de réplicas, no son nada suaves. Son bruscos en zangoloteos que pueden tumbar un edificio o dañarlo, un arbotante, árboles o anuncios de esos mal puestos en las calles. Son peligrosos porque son sorpresivos, de fuerte zarandeo y crean, además, un estado de expectación nerviosa, desgastante, porque no se sabe cuando van a aparecer. Hasta el 17 de julio, iban 15 de ellos, con epicentros principalmente en la alcaldía Álvaro Obregón. El geofísico Luis Quintana, responsable de la red, dice que se debe a la actividad de la falla de la Sierra de las Cruces que atraviesa al país. Según el experto, no hay nada que hacer al respecto por el desconocimiento que se tiene del fenómeno. Muchos países lo han experimentado, se tienen datos de España, Venezuela, Argentina, El Salvador, Estados Unidos et al. En la CDMX el fenómeno estuvo presente en 1981 y en Mexicali en 2008. En ese mismo año en Reno Nevada se instaló un enjambre que en menos de tres meses produjo más de mil pequeños sismos. Desde la jefatura capitalina se está pidiendo calma, información para protegerse y desde luego vigilar las construcciones.
|RÉPLICA PERO NO DE SISMO, SINO DE LA FUNERARIA ANGELUS
El contador general del Grupo Ángelus Juan Carlos Padilla Gutiérrez envía una carta para solicitar derecho de réplica a la crónica Muerte en el aire de la alcaldía Benito Juárez…y otras, publicada los días del 9 al 14 de julio. Las actividades de dicha funeraria instalada en San Borja 984, si son legales, aclara ante la observación que hago en mi escrito. Se trata de una empresa familiar y ha cumplido con los requerimientos de la ley. Lo que no queda claro para él, ya que no se expresa en la carta, es por que los vecinos se quejan de contaminación y actividad ilegal y lo han hecho no solo el pasado 13 de julio en una concentración, sino a través de escritos y denuncias ante diversas autoridades. Yo conocí el problema desde hace dos años, por medio de ambientalistas que habitan cerca, en la calle Yácatas. En el escrito, el señor Padilla Gutiérrez no presenta ningún documento que acredite la legalidad de la que habla y solo se refiere a una sanción administrativa que les aplicaron, quizá porque ignora que una falta de esa naturaleza “es una vulneración al ordenamiento jurídico previsto como tales infracciones por una ley”. En este caso puede ser la Ley de Cultura Cívica, reformada recientemente por el congreso local. El derecho administrativo sancionador, tiene vinculación con el derecho penal al que se equipara por sus sanciones, aunque no se trate de delitos sino de infracciones o faltas. Por lo tanto, la suspensión de la funeraria por una autoridad administrativa, se debió a que había un acto ilegal. Dado que dice que el negocio es una fuente de trabajo, es algo que el propio Grupo debe resolver.