Cambio de coordenadas
Rosendo Arnaiz y la politización de un parque que lleva su nombre
Teresa Gil
Rosendo Arnaiz fue un gran deportista, creador de organismos y personaje clave en el apoyo del deporte. Ahora, el parque que lleva su nombre está enfrentado al programa Pilares (Punto de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes) del gobierno central y la alcaldía Benito Juaŕez, a través de grupos de ciudadanos que jugaban regularmente en el frontón que estaba ahí. A los que ahora protestan por el derrumbe de ese frontón para elevar los edificios del Pilares, nunca los vi que protestaran por la triste situación que ha atravesado ese espacio debido a la proliferación de fondas. taquerías y todo tipo de comercios que son un concentrado de olores para buena parte de la zona. El parque Rosendo Arnaiz, donde se instalará uno de tres Pilares de la alcaldía, reverdecerá si se sigue adelante el proyecto que se anuncia y desaparece la ignominiosa situación que hizo de ese sitio situado en avenida Revolución, Miguel Ángel y San Antonio, una triste usurpación de comerciantes de todo tipo, comederos, fondas y venta de baratijas. El espacio cuadrado provocó durante décadas aglutinamiento de carros, comensales y olores perniciosos que contradecían la limpieza del ambiente que debe tener un parque. Hasta ahora los llamados Pilares, programa central de desarrollo de la jefatura actual de la CDMX en colaboración con las 16 alcaldías y empresas públicas y privadas, avanza paso a paso, pero se enfrenta de vez en cuando con problemas de grupos como los que ahora protestan en el parque porque se derribó el viejo frontón que era prácticamente de uso de ciertos grupos que impedían la llegada abierta de ciudadanos a jugar. Eran equipos de largo tiempo. En nombre de los cuales se pronuncia la Asociación Civil de Amigos del Parque Rosendo Arnaiz, encabezada por Luis Felipe Muñoz y Carlos Bernal quienes señalan que se destruyó una tradición de 80 años.
LOS PARQUES, REMANSO DE AIRE LIMPIO, SON ENTELEQUIAS EN LAS ALCALDÍAS
En este momento mientras la construcción de Pilares avanza dentro, el parque está rodeado de carteles, recados, frases de protestas, insultos y denuncias de autoritarismo en contra de la jefa Claudia Sheinbaum y el alcalde de la Benito Juárez, Santiago Taboada. Los acusan de haber llegado subrepticiamente y destruido las construcciones del frontón en donde competían y se entrenaban personas de todas las edades, algunas que en cierto momento tuvieron fama pública. La asistencia nunca fue masiva, eran equipos, grupos pequeños con algunos espectadores. Lo puedo decir porque he pasado por ahí casi todos los días durante décadas y siempre he sentido pena por este parque rodeado de fondas y taquerías que impregnaban árboles y plantas del otrora bello lugar. Los dueños de esos negocios se han nutrido durante muchos años de la luz, el agua y los servicios públicos que paga la ciudadanía de esa alcaldía. Es un negocio redondo porque aparte del espacio público tienen los servicios y muchos de ellos, tienen negocios similares en otros parques o lugares públicos. En la alcaldía Benito Juárez como buena parte de las de la CDMX, utilizan banquetas, y otros espacios como si fueran propios. En todo este tiempo solo he entrado dos veces al mencionado parque, pero la presión de los olores me obligó a abandonarlo. Por el lado que da al metro San Antonio las taquerías abundan, entre floristas, vendedores de frutas, artesanía, tamales y todo tipo de artículos que avasallan una zona que podría ser remanso para las familias. Hará cosa de un año, la alcaldía eliminó todos los negocios que estaban en la acera de la calle Miguel Ángel, pero todavía quedan varias al dar vuelta, que se antojan permanentes porque tienen establecimientos bien construidos, de acero inoxidable y láminas plateadas. La clásica es una que vende tacos de higado encebollado, cuyos olores a veces incitantes, trascienden las cuadras que rodean el parque. Sesudos señores y elegantes señoritas, van a comer esos ricos tacos en buenos carros, mientras la arboleda interna fallece de aromas.
ROSENDO ARNAIZ. DEPORTISTA TENAZ Y CREADOR DE EQUIPOS, QUE HIZO ÉPOCA
Quizá a don Rosendo Arnaiz le hubiera gustado que el parque que lleva su nombre tuviera un Pilares. Estos son una estructura creativa de los equipos de Sheinbaum y las alcaldías, que pretenden desarrollar las cualidades de jóvenes que no han tenido nunca apoyo. Se habla de 300 de esos programas que se desarrollan ya en todas las alcaldías, al grado de que hay una la más grande, Iztapalapa, que tendrá 66 Pilares, frente a la de Benito Juárez que tendrá como se dijo, solo tres. Tlálpan trabajará con 24 y así por el estilo. En ellos se imparten clases y entrenamiento en muchas disciplinas creativas y artesanales y de oficios y se dan becas a los estudiantes que acudan a formarse. La instalación de ese proyecto le dio a la jefa Sheinbaum el reconocimiento de la ONU recientemente. El arte, la cultura, los oficios, el desarrollo de las potencialidades y los deportes de todo tipo, están presentes. Rosendo Arnaiz era una persona que se interesaba en ese tipo de cosas, Nació en San Martín de las Pirámides en el Estado de México en 1890 y murió en 1945. Fue promotor del deporte, formó el Club Internacional de esa materia y encabezó los equipos mexicanos que asistieron a las Olimpiadas en París en 1924, en Amsterdam en 1928 y en Berlín en 1936. Su ámbito estuvo en todos los deportes, beísbol, boxeo, atletismo, ciclismo entre ellos y participó en la formación del Comité Olímpico Mexicano. Su biografía fue destacada por el periodista Humberto Musacchio en su obra Milenios de México editorial Hoja S. L, de 1999.