Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Teresa Gil
Muy controvertida ha sido la designación de Luisa María Alcalde en la Secretaría de Gobernación. Se argumenta para ese nombramiento, el cambio generacional, que no es ser jovencito a los 35 años, su edad. Pero en este caso de inmadurez administrativa, y cuando se le señalan despropósitos en su anterior puesto, se trata de la secretaría que tiene más problemas porque involucran a todo el país. No han sido pocos los que han criticado el nombramiento aunque también hay defensores. Ha habido periodistas que fueron rotundos como el columnista de La Jornada Carlos Fernández Vega y el ex director de la Facultad de Economía de la UNAM, José Blanco, quien en El Correo Ilustrado del 21 de junio, califica el hecho de “Incomprensible”. Ese medio señala que la ex secretaria del trabajo falló sobre todo en el caso de Notimex, que se perdió, de Pasta de Conchos, en el rescate de los 65 cadáveres y las huelgas mineras. No se le ha criticado por ser mujer ni por su juventud, sino por la inoperancia de su gestión. Se ha criticado un error de AMLO, como en su momento le pasó con Lily Téllez y otros nombramientos en Sonora.
EL CAMBIO GENERACIONAL ES UNA ENTELEQUIA; TODOS SON ÚTILES
Bajar a 18 años la edad para ser diputados y a 30 o 25 para ser alto funcionario federal, puede ser importante en algunos casos, en aquellos jóvenes adelantados para su época. De la misma manera que creer que se acelera el ritmo si se pone a funcionarios jóvenes en puestos de relevancia significativa y habrá mayor eficacia que estar en otra de las estructuras que da la edad. La juventud relativa puede ser fundamental en algunos casos, en el mismo modo en que los de más edad pueden se más útiles en otros puestos. Hay que sopesar siempre que es lo que se gobierna. Los jóvenes son el vehículo de lo que está por hacerse y en México hay muchos que quieren participar en un cambio. Pero no hay que olvidar que los cambios terribles que se están dando en el mundo van hacia el fascismo, a una ultraderecha, en la que la mayoría son jóvenes. Ninguno de ellos tuvo directamente la complicidad con el fascismo de antaño. Y ninguno o pocos, se han acercado o han visto de lejos las muchas guerras que en décadas han promovido países guerreristas como Estados Unidos, contradictoriamente parte de los aliados de aquella Segunda Guerra Mundial. Pero, como lo estamos viendo, hay muchas expresiones fascistas de aquellas y otras nuevas, que encabezan los más jóvenes. Dar a cada quien lo suyo, puede aplicarse a la edad, retomando a Ulpiano. Y tomar de cada uno su fuerza, su juventud o la experiencia y el conocimiento.
LA JUVENTUD TRASCIENDE A SUS DESEOS, COMO LO DEMOSTRÓ DANTE
Las etapas del ser humano arrastran con ellas muchas situaciones. Un joven de 18 años apenas habrá dejado la adolescencia y estará quizá iniciando una carrera o terminando la preparatoria ¿Conocerá a fondo los problemas del país? Hay personajes que desde muy jóvenes entran al mundo de los adultos, pero la misma situación los empujó, Fue el caso de Dante Alighieri el poeta supremo de Italia, el creador del lenguaje de su patria que desde jovencito ya participaba en las luchas por la defensa de los derechos. Algo de eso se menciona en la Vita Nuova (La Fontana Literaria, Madrid 1975). Mucho por lo que vale esta pequeña novela que en general habla de sus amores por Beatriz y la muerte de ella. En algunas de sus páginas menciona esas luchas, su participación política antes de escribir esta obra iniciada en 1292 y quizá terminada en 1293. No hay que olvidar que dentro de su gran creatividad como genio, Dante fue siempre un militante político de tal manera que estaba expulsado por el gobierno cuando murió en 1321 a la edad de 56 años, en Ravena. Quiere decir que la traducida Vida Nueva, la escribió a los 27 o 28 años. Obra que dio antesala a La Divina Comedia uno de los grandes clásicos de la humanidad. La obra que abordamos es reiterativa en sus poemas a su siempre amada Beatriz , sobre todo cuando sabe que ésta ha muerto. Ese ejemplo es de muchos jóvenes artistas, uno de ellos Arturo Rimbaud que terminó su poemaria a los 19 años cuando emigró de Francia o el caso de Pablo Neruda que escribió su libro más leído Veinte poemas de amor y una canción desesperada a los 20 años. Pero esos casos de juventud son extraordinarios y únicos.
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