Líneas Quadratín
Teresa Gil
En este momento a muchos se les hace fácil denunciar hechos sin dar pruebas (Ebrard contra Sheinbaum). Difama que algo queda. Pero resulta igual de grave que desde algunas corresponsalías se aseguren situaciones sin considerar el entorno, la historia, ni el partido que los gobernó. En esa situación está el estado de Oaxaca, a cuyo gobernador Salomón Jara Cruz se acorrala de una manera directa, sin recordar que el bello lugar turístico en primer lugar ha sido gobernado en décadas por el PRI. Y segundo, que la pobreza ha estado instalada en muchos habitantes, sobre todo indígenas 39.1 de la población del estado, con un total de un millón 106 personas que hoy representan el 19.3 del total de habitantes de habla indígena en el país. Mientras, los gobernantes y sus familias vivían como suele siempre suceder, como monarquías locales. Mucho tienen que ver las corresponsalías en la información sobre Oaxaca actualmente, porque no se sabe de donde provienen, a quien sirven y porque tiran a muerte política. Aunque en este caso el gobierno de Morena solo tenga menos de nueve meses en el poder. Lo consignan en sus envíos como si el señor Jara fuera el causante de todos los desmanes que vive esa hermosa entidad. Lo mismo están haciendo otros, con Guerrero y Veracruz. Tres estados con litorales.
OPOSITORES RESCATAN SUS FRACASOS CON EL DESDÉN DEL DESPECHO
Dos profesionistas oaxaqueños, egresados de la UNAM ambos, dieron una visión justa al ser abordados por mi, maravillados como estaban en su recién viaje de una semana a Oaxaca, de la transformación extraordinaria que vieron. Su reconocimiento se finca sobre todo en los caminos, carreteras, construcciones públicas y creación de centros turísticos. Y si reconocen ambos que hay inseguridad denunciada por la ciudadanía, que se extiende igual que en años anteriores. Ahora lo que tienen es más publicidad, porque la que gobierna es Morena y quieren exhibir sus presuntos fallos. El licenciado en Administración Ricardo García Lopez y la abogada Beatriz García López, nacidos en Juchitán, visitaron centros principales del estado y se acercaron a la zona donde puede topar el corredor transísmico, Salina Cruz. En su lugar de origen hay quejas sobre crímenes propios del crimen organizado, mientras la inseguridad de ese tipo, que llega a la médula de los pequeños negocios y oficios, incluso, también campea en todo el país y se extiende en todas direcciones. Aunque ha habido disminución comprobada oficialmente. En los últimos años vemos lo que pasa en Guanajuato, en Zacatecas y en Jalisco, ejemplos de algunas entidades. Oaxaca no fue la excepción mientras gobernaba Alejandro Murat y desde décadas atrás el estado tuvo severas recaídas en inseguridad incluso con intervención de los propios gobernadores. Hay denuncias graves por desapariciones y muertes, algunas ante la CIDH. Nada hay nuevo debajo del sol, aunque a algunos despechados del PRI, les urge recuperar la entidad.
OAXACA, UNO DE LOS GRANDES CENTROS TURÍSTICOS Y CULTURALES DEL PAÍS
En los años ochenta, yo estuve viajando muchas veces a Oaxaca a realizar reportajes para Unomásuno sobre todo de la etnia Triqui. Después lo hice para acompañar al documentalista y videoasta Salvador Diaz Sánchez, en trabajos que recibieron Arieles. En uno de ellos aparezco con crédito, Juchitán lugar de las Flores. En ese tiempo la violencia provenía del propio estado, y fueron muchos los militantes de izquierda sobre todo de la COCEI que fueron asesinados. Visitamos a los poetas Macario Matus y Víctor de la Cruz a los que entrevisté personalmente y al escritor Andrés Henestrosa por teléfono. Hubo visitas a la casa del pintor Francisco Toledo con sus patios llenos de enormes vasijas de barro. Más tarde corregí los libros de Javier Meneses de Gives premio estatal de literatura. La violencia la conocíamos sobre todo contra jóvenes de Juchitán y otros sitios como San Juan Copala. Violencia oficial que estaba presente, desde mucho antes de esas fechas. Quizá la sintieron en sus tiempos Benito Juárez y Porfirio Diaz, que eran de ese estado.