Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Del refranero popular: “Si tiene cola de pato, pico de pato y grazna como pato, tenemos derecho a suponer que se trata de un pato”.
De la realidad del presidente mexicano: “Si piensa como dictador, si actúa como dictador y si militariza al país como una dictadura, tenemos derecho a suponer que se trata de un dictador”.
Y es que al entregar al dictador cubano la máxima condecoración que otorga el gobierno de México, López Obrador confirmó lo que muchos han negado en los últimos años; que llegó al poder para imponer una dictadura.
En efecto, hoy todos los hechos, dichos y todo aquello que hace y deja de hacer el gobierno de Obrador confirma que –como aquí lo advertí desde 2018–, el suyo sería un gobierno dictatorial.
Y vivimos en dictadura porque el presidente mexicano no solo piensa, actúa y se comporta como un vulgar dictador “bananero” sino que, en los hechos, desde Palacio propone y realiza todo lo necesario para convertir a México en otra de las numerosas tiranías existentes en el continente.
Y la mejor prueba, como ya se dijo, es que el pasado sábado y en su quinto año de gestión el mandatario mexicano entregó la condecoración del Águila Azteca –reconocimiento más importante que hace el gobierno de México a un mandatario extranjero–, al dictador cubano, Díaz-Canel.
¿Y qué significa esa distinción?
Poca cosa, que México premia a un gobierno que reprime a su pueblo, que persigue a los disidentes, que no tolera la crítica y menos a los críticos, que lleva presos a los que piensan distinto y que, sobre todo, arrebata la vida a todos aquellos que luchan por las libertades básicas.
Sí, ese gobierno tirano que premia las tiranías, es el mismo gobierno del mexicano López Odrador, quien hoy le impuso a México y al mundo la más joven de las dictaduras de la historia.
¿Pero es novedad lo que estamos viendo y viviendo?
Lo cierto es que debemos recurrir a uno de los clásicos del Itinerario Político de las últimas tres décadas. Sí, porque desde 2018 aquí dije que un eventual gobierno de AMLO sería una dictadura.Y por esa razón fui el primero de los periodistas perseguido por la dictadura de AMLO.
Y si dudan el 3 de abril de 2018, en el Itinerario Político titulado: “La dictadura que viene”, dije que aún en su calidad de candidato presidencial, “todo el aparato lopezobradorista trabaja en crear las condiciones para dar el primer paso a una dictadura como la venezolana, en México. ¿Y cuál es ese primer paso? Hablamos de un ataque sistemático a las libertades fundamentales; una de ellas la libertad de expresión.
“Aquí las evidencias.
“1.- En días pasados Federico Arreola, propietario de El Sendero del Peje, dictó “línea” para que el “pejismo” de todo el país entienda quienes son los periodistas, articulistas, columnistas y opinadores buenos y malos.
“Es decir los periodistas y críticos que según el principal empleado de AMLO, deben ser leídos o atacados. ¿No fueron esos los primeros signos de las dictduras de Castro y Chávez?
“2.- En realidad se trata de un vulgar déjàvu de otras elecciones. Y es que basta recordar que en 2006, en los previos a la presidencial de ese año, el propio Arreola acudió a distintos medios para pedir, a los dueños de esos medios “la cabeza” de periodistas como Jorge Fernández Menéndez y Ricardo Alemán, entre otros. Hoy la historia se repite.
“3.- En el semanario Proceso –hoja parroquial del credo lopista–, los cartonistas fanáticos “del establo” Obrador, “Helguera” y “Hernández”, prestaron sus trazos para sembrar odio contra algunos críticos de AMLO. En una viñeta que siembra odio y ataca “la libertad sagrada en democracia” los “moneros” dibujan a Pablo Hiriart y a Ricardo Alemán con cuerpo canino, acompañado el trazo con un reproche por criticar a AMLO.
“4.- Cualquiera que lo desee puede hacer el siguiente experimento. Busque en redes el video en el que se demuestra que los más cercanos colaboradores de Obrador promueven convertir la democracia mexicana al modelo venezolano. Una vez localizado el video “muévalo” en Facebook o Twitter con la etiqueta o arroba de alguno de los periodistas que Federico Arreola clasificó como nocivos para AMLO.
“El resultado es asombroso. Una paliza, seguida de la distorsión o el hackeo del video. Persecusion dictatorial… ¿Se atreven a decir que no estamos en la antesala de una dictadura? Al tiempo”. (Fin de la cita)
Volví al tema el 18 de noviembre del 2021, ya con AMLO como presidente, con el Itinerario Político titulado: “Más pruebas de la dictadura de AMLO”, en donde enumeré, una por una las 30 tareas que Obrador encomendó a marinos, militares y guardias nacionales.
Así concluyó esa entrega del Itinerario Político: “¿Tienen duda de que el gobierno de AMLO es una dictadura? Al tiempo”. (Fin de la cita)
Hoy AMLO ya no simula y tampoco oculta sus pulsiones dictatoriales; hoy está claro que el mexicano es un vulgar dictador.
Sí, se los dije.
Al tiempo.