Líneas Quadratín
Dra. Nofret Berenice Hernández Vilchis
Posdoctorante – CIDE
Profesora Tecnológico de Monterrey, Región Centro Sur.
Las noticias que llegan de Irán hablan de mujeres y revolución. Las imágenes de jóvenes iraníes quitándose el velo y cortándose el cabello en público inundan las redes sociales y los noticieros.
Mahsa Amini de 22 años, perteneciente a la minoría kurda, visitaba Teherán con su hermano. La “policía moral” la detuvo a la salida de un metro, la golpeó y la aprehendió por “uso indebido del velo” el 13 de septiembre. Tres días después Mahsa murió a causa de la tortura y los golpes.
Los iraníes ya habían tomado las calles en 2009. Durante las protestas de diciembre de 2019 el saldo fue de más de 300 manifestantes muertos según Amnistía Internacional. Lo que cambia en esta ocasión es que las mujeres son las protagonistas.
El apoyo internacional ha sido mucho más unánime ahora, porque apoyar a las mujeres “está de moda”. No obstante, reducir el descontento social de los iraníes al velo resulta una simplificación en la que frecuentemente incurren los medios hegemónicos de comunicación.
Se ve al velo como un “símbolo de atraso”, es decir, se considera al islam una “religión inferior”, a los musulmanes como “más machistas y violentos” y a las musulmanas como “sumisas sin agencia”.
Comencemos por explicar que los iraníes son persas, no árabes y señalemos de paso que los hombres en Irán están cerrando filas en las protestas de este año junto con las mujeres.
Las musulmanas indican que el uso del velo es una decisión personal; tan violento es pedirle a una mujer que se tape, como es violento pedirle que se quite una prenda. Habrá que recordar esta premisa hasta que se convierta en costumbre.
Se debe evitar instrumentalizar la lucha de las mujeres iraníes por sus derechos. Una compañera originaria de aquella región señalaba que la izquierda en México caía en la trampa del antiimperialismo y se minimizaron las violaciones de los derechos humanos por el gobierno teocrático de Irán. Resultaba más importante apoyar a un aliado “antiimperialista” que criticarlo.
Apoyemos a las mujeres para que puedan decidir libremente sobre su cuerpo, pero recordemos que Persia misma fue un imperio en la antigüedad y que existen imperios más allá del estadounidense.
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Anotación de Quadratin al margen:
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