Descartan casos de Klebsiella en Querétaro
CIUDAD DE MÉXICO., 27 de junio de 2023.- Hasta un 10% de las mujeres sufre endometriosis y, sin embargo, esta enfermedad sigue envuelta en misterio. “Es como si estuviésemos haciendo un rompecabezas, vamos acumulando piezas, pero no sabemos qué imagen buscamos, no tenemos un modelo que le dé sentido a todo”, explica Francisco Carmona, jefe del servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona. Después de tratar esta dolencia con cirugía o tratamientos hormonales durante décadas, especialistas como Carmona creen que en los próximos años la comprensión de las causas genéticas de la enfermedad o la integración de datos que hará posible la inteligencia artificial pueden ofrecer nuevas alternativas a las pacientes y una teoría que ayude a entender lo que se quiere curar.
Esta enfermedad se produce cuando el tejido endometrial, que cubre la parte interna del útero y sirve para que pueda albergar un embrión, crece donde no debe. Ese tejido responde a las hormonas sexuales que producen los ovarios y una vez al mes se vuelve más grueso preparando a la mujer para un posible embarazo. Ese endometrio engrosado y fuera de lugar, en los ovarios, la pelvis e incluso más allá, provoca el dolor que muchas mujeres asocian a la regla, puede hacer penosas las relaciones sexuales o el simple hecho de orinar, y está detrás de muchos casos de infertilidad.
Hace unos días, la revista Science Translational Medicine publicó un trabajo de investigadores de la Universidad de Nagoya (Japón) que aseguraba que la presencia de un tipo de bacterias podía estar detrás de algunos casos de endometriosis. En él, se analizó a 155 mujeres, 79 de ellas con endometriosis y el resto sin ella. En el 64% de las primeras se identificó una infiltración de Fusobacterium, un tipo de microorganismos que causan, entre otras cosas, enfermedades periodontales. Entre las voluntarias sanas, esa cifra fue de menos del 10%. Según los investigadores, estas bacterias estarían detrás del incremento de transgrelina, una proteína asociada a la endometriosis que crecería de forma excesiva por la presencia de un factor de crecimiento generado como parte de la respuesta del sistema inmune a la infección.
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