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QUERÉTARO, Qro., 31 de marzo de 2024.- El Domingo de Pascua, celebrado por millones alrededor del mundo, trasciende más allá de una fecha en el calendario litúrgico. Este día conmemora la resurrección de Jesucristo, evento central en la fe cristiana que simboliza la victoria sobre el pecado y la muerte. Para los creyentes, la Pascua representa un tiempo de renovación espiritual, esperanza y salvación.
La historia de la Pascua se remonta a la tradición judía, donde marcaba la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto. Sin embargo, para los cristianos, este día adquiere un significado aún más profundo. Jesucristo, según los relatos bíblicos, fue crucificado y murió en Viernes Santo, pero al tercer día resucitó, demostrando su divinidad y cumpliendo las profecías.
La celebración del Domingo de Pascua se caracteriza por rituales como la misa de Resurrección, la bendición del fuego y el agua, así como la alegría contagiosa que se propaga entre los fieles. Más allá de lo religioso, la Pascua también se asocia con la primavera y el renacimiento de la naturaleza, simbolizando el ciclo de vida y muerte.
En un mundo lleno de desafíos y dificultades, el Domingo de Pascua ofrece un mensaje de esperanza y renovación. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la luz siempre puede brillar y que la fe puede traer consigo la promesa de un nuevo comienzo.