Promete Sheinbaum frenar la distribución de vapeadores con ley secundaria
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de octubre de 2019.- El Pleno del Senado de la República lleva a cabo una sesión solemne para conmemorar el 66 aniversario del reconocimiento del derecho al Voto Femenino en México, del 17 de octubre de 1953.
Actualmente, la Cámara de Senadores de la 64 Legislatura está conformada de manera paritaria.
La Mesa Directiva presidida por Mónica Fernández Balboa dio la bienvenida a mujeres invitadas por la Comisión para la Igualdad de Género, como: las magistradas Janine Otálora y Mónica Soto Fregoso, Celia Marín del Tribunal Superior de la Ciudad de México, la presidenta del Tribunal Superior de Justicia del estado de Oaxaca, María Eugenia Villanueva.
También a la alcaldesa de Tlalpan, Patricia Elena Aceves Pastraña; la magistrada Martha Alejandra Chávez Camarena del Tribunal Electoral capitalino; la doctora María del Carmen Alanis Figueroa integrante de la Red de Mujeres en Plural; a la coordinadora general de la cátedra Unesco de Derechos Humanos de la UNAM, Gloria Ramírez Hernández; la doctora Marcela Lagarde presidenta de la Red de Investigadoras; la directora general de Espacio de Mujeres, Pilar Sánchez, entre otras.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado de la República, Martha Lucía Mícher Camarena, destacó grandes éxitos y derrotas en la lucha para reconocer el derecho del voto de las mujeres.
En uso de la tribuna, la senadora de Morena citó a Hermila Galindo: “es de estricta justicia que la mujer tenga el voto en las elecciones de las autoridades porque si ella tiene obligaciones con el grupo social razonable es que no carezca de derechos. Las leyes se aplican por igual a hombres y a mujeres, la mujer paga contribuciones, la mujer, especialmente la independiente, ayuda a los gastos de la comunidad, obedece las disposiciones gubernativas y, por si acaso delinque, sufre la mismas penas que al hombre inculpado”.
Así pues, a la mujer, para las obligaciones, la ley la considera igual que al hombre, solamente al tratarse de prerrogativas la desconocía y no le concedía ni una de las que goza el varón. La morenista manifestó su incredulidad por estos hechos a finales de 1916.
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