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MORELIA, Mich., 29 de octubre de 2019.- Hipertensión, diabetes, antecedentes familiares, colesterol elevado y ser mayor de 55 años, son factores que aumentan el riesgo de presentar ictus o un accidente cerebrovascular.
De acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa), un accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo de sangre, que debe llegar al cerebro, se detiene por varios segundos o bien, cuando existe un derrame de sangre en el cerebro o alrededor del mismo.
Esto ocasiona que el cerebro no reciba oxígeno y nutrientes provocando que las células cerebrales mueran y exista un daño permanente. Puede ocurrir cuando un coágulo de sangre obstruye una arteria del cerebro o cuello, o al existir una ruptura en una arteria debilitada de este órgano.
Los síntomas que experimenta una persona con un accidente cerebrovascular son: dolor de cabeza repentino que aumenta al acostarse, cambios en lucidez mental, audición, sentido del gusto, torpeza, dificultad para leer, escribir y deglutir, entre otros.
A propósito del Día Mundial del Ictus, que se conmemora cada 29 de octubre, las autoridades de salud explican que existen dos tipos de accidentes cerebrovasculares: isquémicos y hemorrágicos. Dentro de los primeros se encuentra el accidente cerebrovascular trombótico y se presenta cuando un coágulo obstruye el flujo de sangre en el cerebro y generalmente ocurre como consecuencia de la acumulación de placa en las arterias. También está el accidente cerebrovascular embólico, que ocurre cuando un coágulo sanguíneo se genera en otro lugar del organismo y viaja hasta el cerebro por lo que se obstruye el flujo sanguíneo.
Los hemorrágicos se clasifican en hemorragia cerebral o intracerebral, que se presenta cuando ocurre una dilatación anormal en una zona débil de un vaso sanguíneo en el cerebro, también conocido como aneurisma cerebral, esta se rompe y ocurre un derrame de sangre en este órgano. El otro tipo es la hemorragia subaracnoidea, que se genera cuando un vaso sanguíneo se rompe y se derrama sangre en el espacio que existe entre el cerebro y el cráneo.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en nuestro país, la enfermedad vascular cerebral se presenta en 118 personas por cada 100 mil habitantes al año. El tratamiento dependerá del tipo de accidente cerebrovascular que se presente y está enfocado a recuperar la mayor funcionalidad por lo que puede incluir fisioterapia.