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QUINTANA ROO, 18 de marzo 2019.- Una semana después de su cierre definitivo, Excélsior ingresó al Complejo Penitenciario de las Islas Marías.
Luego de una larga travesía, llegamos hasta las entrañas de la cárcel con muros de agua más famosa de América Latina.
Una prisión que para este verano, – a partir del mes de junio -, se convertirá en un centro donde niños y jóvenes aprenderán a amar, conservar y proteger nuestra riqueza natural, como el loro cabeza amarilla, endémico de esta Reserva de la Biosfera, que vimos volar entre las copas de los árboles.
Así era la vida de uno de los 657 reos que en esta última etapa histórica habitaban las Islas Marías.
De acuerdo a Francisco Garduño Yáñez, titular del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social el censo final, al cierre del Complejo Penitenciario quedó de la siguiente manera: 14 internos liberados, 584 reos enviados de manera temporal al penal federal de Ramos Arizpe, Coahuila, de donde saldrán 150 para irse a sus casas en los próximos tres meses, 12 trasladados al Cefereso de Guasave y 31 transferidos a la prisión estatal “Castillo” en Mazatlán.
En la numeralia resaltan 16 presos reportados como perdidos.
Tenemos nosotros a 16 internos sin pase de lista, lo que quiere decir que desde hace 10 años se lleva esa suma de gente que no se encuentra y que pudo fugarse, pero que no podemos determinar si todavía viven o ya murieron, por eso es que se presenta la denuncia ante el Ministerio Público, y siguen perteneciendo a la estadística de población de las Islas Marías”, explicó.
Gabriela Cerón Ramírez, quien durante dos años y medio fungió como directora del Complejo Penitenciario de las Islas Marías, dio a conocer que en estos momentos se realizan inventarios, resguardos y revisión de instalaciones para transferirlas a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Francisco Garduño Yáñez relató que en su momento, algunos intentaron escaparse construyendo balsas rudimentarias o amarrándose botellas de PET al cuerpo para flotar, en una región que es un oasis marino para la reproducción y crianza de diferentes especies de tiburones.
.El último intento de fuga de las Islas Marías data de 2013 cuando se registró un motín, donde resultaron muertos cuatro internos y un custodio
En el Complejo Penitenciario era común que algunos reos se escondieran hasta por tres meses en las zonas vírgenes, entre la maleza, antes de ser localizados, reveló Javier Guzmán Valdés, jefe de Seguridad del Complejo Penitenciario.
Unos lo hacían de manera voluntaria, porque tenían problemas con otros de sus compañeros y decidían apartarse del grupo y en otros casos, se escondían como un acto de rebeldía o buscando la forma de escaparse de la isla”, detalló.