Capacita Sesa a manejadores de alimentos de la Sierra Gorda
Debido a que los defectos del nacimiento son la segunda causa de muerte desde el primer mes y hasta cinco años de edad, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) promueve una cultura preventiva preconcepcional, la cual apoya a parejas a planear su embarazo y acudir al médico antes de concebir, ya que varias de las medidas para reducir este riesgo se deben aplicar antes de la fecundación.
El Director General, Luis Antonio Ramírez Pineda, destacó que esta estrategia forma parte del nuevo Modelo de Salud Preventivo y precisó que para el diagnóstico oportuno de estas enfermedades también se cuenta con el Tamiz Neonatal Ampliado, de reciente incorporación en el Instituto, que aumenta de 6 a 66 los padecimientos del metabolismo que se pueden detectar en los primeros días de vida y dar tratamiento a los bebés para evitar algunos tipos de discapacidad intelectual.
Por su parte, la pediatra y neonatóloga adscrita al Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza” del ISSSTE, María de la Luz Tizapa González, explicó que la diabetes, consumo de drogas, algunos medicamentos psiquiátricos como el linio, radiación durante el embarazo, cobertura incompleta de vacunas e infecciones de sífilis y rubeola en la gestación pueden causar trastornos congénitos.
Añadió que “los defectos del nacimiento son anomalías estructurales o funcionales que ocurren en la vida intrauterina y se pueden detectar durante el embarazo, parto o después del nacimiento. Los más frecuentes son las malformaciones cardiacas del tubo neural (de donde se origina la formación del sistema nervioso central) y en los genéticos el Síndrome de Down. En su mayoría pueden ser prevenibles de cierta manera y hasta cierto punto”.
Destacó que el ISSSTE aplica una estrategia nacional para la prevención de los defectos del nacimiento que incluye varias acciones, como mejorar la dieta de mujeres en edad fértil para garantizar que tengan un aporte de yodo y ácido fólico adecuados, éste último para evitar malformaciones del tubo neural; eliminar exposición a alcohol y drogas, y en lo posible a medicamentos que pueden condicionar malformaciones congénitas.
Además, incluye la detección oportuna de diabetes antes del embarazo, informar a las pacientes que esta enfermedad se asocia con malformaciones congénitas, garantizar el control apropiado y en las madres que desarrollan diabetes gestacional hacer un diagnóstico oportuno, control de dieta y glucosa para reducir el riesgo.
Otras recomendaciones son evitar exposición a plaguicidas, metales pesados y radiaciones; en el caso de este último si no se puede evitar por problema médico tratar de que sea lo estrictamente necesario y si se puede evadir en el primer trimestre del embarazo, mucho mejor.
Mejorar la cobertura de vacunación en mujeres en edad fértil previa al embarazo en el caso de rubeola y tétanos, es muy importante para proteger a sus futuros hijos de malformaciones congénitas, ya que no se puede vacunar a la mujer cuando está embarazada.
“Más importante que diagnosticar una malformación oportunamente, es prevenirla antes de que las mujeres se embaracen o diagnosticarla tempranamente durante la gestación; con estas medidas la mortalidad por esta causa puede reducirse” subrayó la especialista.
Puntualizó que en el ISSSTE se ha mejorado mucho la atención para estos padecimientos congénitos, con servicios de Tamiz Neonatal Metabólico ampliado, ginecología, perinatología, cirugía pediátrica, unidades de cuidados intensivos neonatales, cirugía cardiovascular pediátrica, en varias unidades médicas, hospitales regionales y en el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, concluyó.