La lucha de Abelina por el Acapulco pobre
CIUDAD DE MÉXICO., 31 de julio de 2018.- El proyecto para descentralizar a 12 secretarías y 15 entidades del gobierno federal, cuyas oficinas centrales están asentadas en la Ciudad de México, afectará no sólo a los trabajadores involucrados, sino también a una gran cantidad de micro y pequeños establecimientos que dependen del consumo que realizan estos empleados y sus familias.
Uno de cada cuatro burócratas (26%) afiliados al ISSSTE está registrado en la capital del país, lo que representa 740.6 mil trabajadores y poco más de 2 millones de familiares.
El ingreso neto, una vez descontados los impuestos, de estos empleados representa aproximadamente 5% del PIB de la entidad y 39% del gasto familiar en la capital del país. “Para la Ciudad de México habría un impacto importante con la descentralización, en términos de la operación normal de la economía, pero también de la informal que, como se ve, alrededor de donde hay oficinas está toda un cadena de negocios informales, los cuales venden comida u otros productos que dependen de la demanda que hace esa
población”, dijo Aníbal Gutiérrez, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM.
En la capital del país existen alrededor de 270 mil micros y pequeños comercios y restaurantes de no más de 50 trabajadores que dan empleo a 754 mil personas, todos ellos del sector formal, además de otra gran cantidad de comercios, fondas, taquerías y torterías informales donde están ocupadas de manera directa cerca de 760 mil personas, en total más de un millón y medio de empleados.
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