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MÉXICO, DF, 14 de enero de 2015.- De acuerdo a un estudio encabezado por el profesor Paul Schimmel,del Instituto Scripps de Investigación en La Jolla, California, un ingrediente del vino tinto puede proteger al organismo contra enfermedades relacionadas con la edad, estimulando un mecanismo evolutivo de defensa que resguarda las células humanas contra el daño genético.
Según lo publicado por La Jornada, se trata de el resveratrol, compuesto orgánico que se encuentra en las uvas, las nueces y una variedad de otras plantas comestibles, ya ha sido vinculado a la prolongación de la vida saludable en animales de laboratorio, así como a la reducción de la incidencia de enfermedades cardiacas y otras en humanos.
Como el vino tinto es particularmente rico en resveratrol, algunos investigadores han sugerido que podría explicar la paradoja francesa de una dieta relativamente alta en grasas junto con una incidencia relativamente baja de enfermedades coronarias en la población francesa, consumidora de vino.
Sin embargo, los científicos han cuestionado si los supuestos efectos del resveratrol sobre la salud humana son reales y, en tal caso, a qué se debe que sea tan benéfico. Ahora, un equipo de investigadores ha encontrado una posible respuesta.
El estudio descubrió que el resveratrol imita a otra molécula que se encuentra en forma natural en el organismo y que interviene en la activación de una antigua ruta química para limitar el estrés y el daño al ADN de las células, que de otro modo produciría envejecimiento y enfermedad.
La respuesta al estrés representa una capa biológica que en gran medida se ha pasado por alto, y resulta que el resveratrol la activa a concentraciones mucho más bajas que las usadas en estudios anteriores, señaló el profesor Paul Schimmel, del Instituto Scripps de Investigación en La Jolla, California, quien encabezó el estudio, publicado en la revista Nature.
Los investigadores descubrieron que el resveratrol imita a un aminoácido natural, llamado tirosina, que normalmente se une a una enzima de una familia que se cree que evolucionó hace muchos cientos de millones de años, cuando la vida existía en forma de microbios simples.
Una de estas enzimas, conocida como TyrRS, se activa cuando el resveratrol se le une, con lo cual se mueve hacia el núcleo de la célula, donde ayuda a proteger el ADN de los cromosomas contra el daño genético, sugieren los científicos.
Con estos hallazgos tenemos un nuevo mecanismo fundamental sobre los conocidos efectos benéficos del resveratrol, comentó el doctor Sajish. Con base en estos resultados, es concebible que el consumo moderado de un par de vasos de vino tinto aporte a una persona suficiente resveratrol para evocar un efecto protector, añadió.
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