El 5 de junio Suiza votará si el Gobierno debería introducir una renta básica incondicional que sustituya varias prestaciones sociales. Los promotores del proyecto no han estipulado la cuantía del pago, pero han sugerido una suma de 2 mil 500 francos (2 mil 500 dólares) por adulto y una cuarta parte por niño.
Suena bien, pero, dos cosas: La primera es que la cifra apenas supera la línea de pobreza, la cual se define típicamente como el 60 por ciento de la mediana nacional de renta disponible, en uno de los países más caros del mundo. Segundo y más importante, probablemente esto no vaya a suceder.