Sobre pasos migrantes, el regreso a tierra materna
18 de diciembre de 2015
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18:04
Andy Martínez/Quadratín
**«Caminamos cinco días sin nada de comer, nos encontramos unos amigos en el cerro y ellos nos dieron tostadas»
**«Me fui desde el 79, tenía 22 años, por falta de trabajo»
JALPAN, Qro., 18 de diciembre de 2015.- En el atrio de la Misión de Jalpan, suspira Alfonso Cabrera al recordar con nostalgia que hace cuatro años, justo el Día de la Navidad, falleció su mamá.
Hace tres años que no volvía a su tierra, pero este año decidió visitar a la familia para compartir las fiestas decembrinas, también para conmemorar a quien fue pilar del hogar donde creció.
Por más de 13 horas viajó desde Estados Unidos hacia Querétaro; antes lo hacía por Ciudad Victoria. Sin embargo, por cuestiones de seguridad, prefirió esta ocasión hacerlo por primera vez, a través de la Caravana del Migrante.
Acompañado por sus hermanos y sobrinos, quienes lo esperaban en el atrio de esta iglesia barroca construida entre 1751 y 1758, escucha la bendición del párroco y agradece a Dios porque llegó sano y salvo a su destino.
«Hace tres años no venía a Jalpan. Se siente bonito y te reciben bien padre.»
En su mente recapitula cuando en 1979 tomó la decisión de ir en busca del ‘sueño americano’ y que por cinco días caminó en el cerro sin comer nada, para después entrar de manera ilegal al país vecino por el río Bravo. No ha sido fácil, recalcó.
«Es rutina porque te levantas a las cuatro (de la mañana), te bañas, entras a trabajar, regresas y no tienes ni que hacer porque ya se hizo tarde, a dormir y de nuevo lo mismo.»
Desde hace 36 años vive en Estados Unidos, recientemente en Lexington, Carolina, pues tuvo la oportunidad, hasta ahora, de comprar su propia casa.
Ahí vive con su único hijo y nietos. Es divorciado. «Me fui desde el 79, tenía 22 años, por falta de trabajo (…). Hago muebles, bases, sobre bases, sillas; vivo con mi hijo y mis nietos, ellos son de allá».
Alfonso, de 58 años de edad, no sabe si regresará a vivir a Querétaro, pero seguro está de que se fue de Jalpan porque en aquel entonces no había una oportunidad de empleo para él.
«Era bien vago, no tenía ningún porvenir aquí y decidí mejor; una persona me invitó y dije me voy con él y gracias a Dios todo me salió bien.»
Durante 14 días estará en su Jalpan, pues el próximo cuatro de enero tiene que regresar a trabajar.
La diferencia es que esta vez ingresa legalmente a los Estados Unidos.