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QUERÉTARO, Qro., 3 de mayo de 2014.- José Tomás regresa esta noche a los ruedos mexicanos tras cuatro años de ausencia en el país azteca, donde estuvo a las puertas de la muerte por la cornada del astado «Navegante» en la Feria de Aguascalientes.
Seguń una nota de ABC, el torero de Galapagar, que actuó por última vez en septiembre de 2012 en Nimes con seis toros en una jornada histórica, actuará en Juriquilla para cortarle la coleta a Fernando Ochoa.
Es tal la expectación que las entradas, que se pusieron a la venta el pasado 3 de abril, se agotaron en unas horas, y es que muchos aficionados habían llegado dos o tres días antes para hacer fila y poder conseguir uno de los pases de una plaza con 4.000 localidades.
El mano a mano de Tomás y Ochoa, que comenzará a las 20.00 horas local de este sábado (01.00 GMT del domingo), con ganadería de Fernando de la Mora y Los Encinos, ha colocado a Juriquilla (estado de Querétaro, a 130 kilómetros al norte de la capital mexicana) en el centro de la atención de la afición taurina.
Juriquilla será la primera plaza mexicana que reciba a José Tomás, desde su recuperación de aquella cornada de «Navegante».
El diestro español ha presentado estos días el libro «Diálogo con Navegante», unos ensayos escritos entre otros por Mario Vargas Llosa, y ha donado un aparato para tratar sangre al hospital de Aguascalientes donde le salvaron la vida.
José Tomás cuenta con una trayectoria importante en las plazas mexicanas desde que llegó en 1995 a probar suerte como novillero, ya que entonces en España no podía por un tema de edad.
Sus cualidades con la muleta le abrieron las puertas de la plaza México, donde el de Galapagar tomó la borla de matador el 10 de diciembre de 1995, de manos de Jorge Gutiérrez con el toro «Mariachi».
Tomás ha sufrido las cornadas más graves de su carrera en México, un país que también ha sido pródigo en cuidarle, como el día en que un gobernador del estado de Jalisco envió una avioneta para que fuera llevado a Guadalajara de emergencia por una cornada en la Feria de Autlán de la Grana.
El 24 de abril de 2010 quedó grabado en la histórica relación de Tomás con México cuando, tras la grave cogida que sufrió en la Plaza de Aguascalientes, le transfundieron tal cantidad de sangre que hoy puede decirse que tiene mucho de mexicano en las venas.
Ese día, en la feria de San Marcos en Aguascalientes, el toro «Navegante» de Pepe Garfias le lesionó las venas femoral y safena y, gracias a la intervención del servicio médico de la plaza, salvó la vida, al tiempo que inició un largo retiro de México que terminará este sábado.