Libros de ayer y hoy
El camino de las pesquisas que llevaron a la PGR a la detención y arraigo de Jesús Reyna García ha sido por demás sinuoso.
Sin menospreciar el apoyo indiscutible de los grupos de autodefensa, la indagatoria tuvo su climax cuando las autoridades revisaron el teléfono móvil de Enrique Kike Plancarte, abatido en el municipio de Colón, Querétaro… hace una semana.
En el momento de ser acorralado por las fuerzas federal, quedó registrada una llamada de Plancarte al Secretario de Gobierno michoacano. Sin duda ese fue un elemento de certidumbre irrefutable para vincular la relación entre ambos personajes… el legal y el ilegal, nos explica Luisa María Cocoa Calderón.
La situación de Jesús Reyna es complicada, por decir lo menos. La probable complicidad del Secretario de Gobierno con los grupos delictivos había sido denunciada hace más de un año.
Jesús Mireles –líder de los autodefensas de Tepalcatepec– va más lejos al asegurar que Reyna tenía sus propios comandos especiales para enfrentarlos a los “rebeldes incómodos” y favorecer a Los Caballero Templarios. Dice además que hubo reuniones en las cuales El Chayo (Nazario Moreno) le había dado tres mil millones de pesos para la campaña de Fausto Vallejo y de todos los presidentes municipales del estado de Michoacán. “No dudamos de eso, porque quien lo asegura son empresarios muy serios”, aclara Mireles.
Ayer publicamos un testimonio del doctor Jesús Mireles, quien vincula familiarmente al ex funcionario con Servando Gómez Martínez, alias La Tuta. También mencionamos la documentación periodística que habla de reuniones entre Reyna, La Tuta y El Chayo, principales líderes templarios, en julio y octubre de 2011, en el rancho El Jabalí de Tumbiscatío Michoacán.
Los grupos de autodefensa veían a Reyna metido “hasta el cuello” con el crimen organizado… como una parte del problema y no de la solución.
Archivos obtenidos de las computadoras de Manuel Gutiérrez, El Mani, operador de Kike Plancarte, así lo demuestran; los testimonios de Samuel Díaz Benítez, Ángel Hugo Sánchez Guerrero y Luis Fernando Vázquez Díaz, también lugartenientes de Plancarte terminaron por empinarlo.
Versiones periodísticas aseguran que Reyna le jugó las contras al poderoso Comisionado Federal Alfredo Castillo Cervantes. Aseguran que fue Reyna quien corrió la voz de aquel encuentro con el famoso “abuelo”, Juan José Farías, autodefensa de negro pasado, señalado como delincuente procesado. De ser cierto el rumor, ¿Reyna quiso mandar un mensaje sobre la debilidad e inexperiencia de Castillo Cervantes?
Fausto Vallejo regresó al gobierno forzado por las circunstancias. Su salud minada no fue pretexto para volver a ocupar el cargo para el cual fue electo. Su familia lo “apuró” para que se defendiera de Reyna García, el interino quien ya mandaba como si fuera el constitucional. Se vio claro que la decisión de mantener vigente a su Secretario de Gobierno vino de “fuera”, de entre todos los que apoyaban a Reyna para convertirlo en sucesor legítimo de Vallejo. Quizá la orden vino de arriba… quizá por eso Vallejo no lo pudo destituir como deseaba.
De un modo u otro, el número dos del gobierno michoacano tenía los días contados… por su lengua larga, y la cola, más.
Desde el cielo político se derrumbó al pantano de la infamia; subió y bajó a toda velocidad. Hace un año ocupó la gubernatura interina y ahora ocupa una “celda” de arraigo mientras la PGR acredita sus maldades.
Independientemente del resultado judicial, Reyna ya es un cadáver que se ahorcó sólo.
@JoseCardenas1 | [email protected] | josecardenas.com.mx