Para Contar
La ley para regular el consumo de la marihuana está muerta. El propio PRD le dio los santos oleos este fin de semana.
De nada sirvió la intensiva presencia mediática de sus autores intelectuales; tampoco importó la calidad moral y profesional de los expertos involucrados en la elaboración de la iniciativa… mucho menos el respaldo de ex presidentes latinoamericanos –incluidos Ernesto Zedillo y Vicente Fox– ni el apoyo de un buen número de intelectuales comprometidos con la causa de la legalización –o al menos tolerancia– de la hierba.
Vidal Llerenas, Esthela Damián, Fernando Belaunzarán y Mario Delgado se quedaron sin quorum. Más tardaron en presentar la propuesta que en ser bateados por sus propios compañeros en la Asamblea Legislativa del DF. Como las macetas, no pasaron del corredor.
De los 36 integrantes de la mayoría perredista, 25 dijeron no a la idea de reglamentar el consumo de la cannabis. Chuchos, bejaranos y ebrardistas dieron vuelta a la página, por considerar el tema poco relevante… en este momento.
Dicho de modo directo, la mota no es prioridad para los intereses del todos los perredistas… sólo para una minoría –medio fumada–.
Ni siquiera el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, quiso entrarle; si acaso está de acuerdo en debatir el uso de la marihuana con fines medicinales… pero no más allá. Maneja el tema como a las víboras, de lejos… y con un palito.
La verdad, el tema tiene espinas como el cactus… y nadie está dispuesto a picarse; mucho menos en los tiempos del cólera político.
Con el control del partido del Sol Azteca de por medio –y el sitio de Morena en la capital del país– poner el tema sobre la mesa podría resultar contraproducente. Vale más dejar los tabúes como están en lugar de defender posturas de avanzada por muchos beneficios que estas puedan contener. Ya vendrán mejores tiempos.
La vox populi suele ser como el diablo; su solo eco basta para asustar –y en su caso paralizar– a quienes en otras circunstancias se dirían liberales.
Total, ser progresista también es cuestión de cálculo.
No es lo mismo proponer la legalización del aborto o la legalización de las uniones entre parejas del mismo sexo, que salir en defensa de miles de marihuanos sin oficio ni beneficio, cuya afición o adicción, no representa ganancia política electoral alguna. Hoy, no siquiera los fieles a Marcelo Ebrard están dispuestos de dar el paso… temen al abismo.
Con el mundo en contra, los cuatro postulantes de la iniciativa alivianadora se quedarán con los papeles mojados por la indiferencia colectiva. No sería extraño ver pasar su iniciativa directo a la congeladora… sin escalas. Como consolación a sus autores y promotores les quedará haber colocado el tema en el centro del debate nacional, aunque fuera unos cuantos días… y tendrán razón en decir que legalizar la marihuana –sus usos y costumbres– es cosa de tiempo… pero no de este tiempo. ¡Lástima Margarito!
NUMERITOS: Encuestas como la publicada hace unos días por Gabinete de Comunicación Estratégica muestran una clara tendencia en contra de la regulación de la marihuana; sólo el 45 por ciento de los capitalinos aprueba el uso del enervante para fines medicinales… el resto ni de chiste. Otro estudio de opinión realizado por Parametría, coincide: la mayoría de los mexicanos sigue firme en el rechazo a la despenalización de la hierba: el 79% de los entrevistados se opone; apenas el 19% está a favor. ¿Y usted, qué opina?
@JoseCardenas1 | [email protected] | josecardenas.com.mx