Inversión pública alcanza récord, pero Pemex y educación caen
Hay un incremento explosivo de consumidores debido al aumento del parque vehicular y, al mismo tiempo, el crecimiento en la producción de combustibles propios ha sido mínimo.
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de marzo de 2016.-Tras el anuncio del gobierno de que a partir del 1 de abril de este año las gasolineras podrán importar los hidrocarburos sin tener que comprarle a Pemex, investigadores de la UNAM coincidieron en que esa medida lleva al país a un abasto de combustibles totalmente dependiente del extranjero.
Para Benjamín García Páez, académico de la Facultad de Economía (FE), la medida es un acto precipitado que puede tener consecuencias graves y refleja la mala administración pública de los recursos petroleros en los últimos años.
“Es una situación osada, temeraria y no consensuada, pues actualmente se importa –principalmente de Estados Unidos– el 52 por ciento de las gasolinas que se consumen en el país, es decir, 391 mil barriles diarios”, puntualizó.
Con esta medida, el mercado de importación de este combustible se ampliará, lo que se aunará a la declinación del gobierno mexicano para continuar con la política de construcción de refinerías propias.
Fabio Barbosa Cano, investigador del IIEc, resaltó una paradoja en el consumo de las gasolinas en México: hay un incremento explosivo de consumidores debido al aumento del parque vehicular y, al mismo tiempo, el crecimiento en la producción de combustibles propios ha sido mínimo, lo que orilla a la importación.
Asimismo, citó cifras sobre tres rubros del mercado mexicano en ese ámbito, entre 1997 y 2014: el consumo pasó de 515 mil barriles diarios, a 806 mil; la producción de 388 mil barriles al día, a 442 mil; y las importaciones de 127 mil, a 364 mil.
Otro factor, que en palabras del investigador pondría en riesgo el abasto de gasolinas importadas, es el problema del almacenamiento en nuestro país.
“México cuenta con capacidad por día y medio, lo que en la jerga petrolera se denomina ‘terminales de almacenamiento y reparto’ (TAR); sólo ciudades como Acapulco, Salina Cruz, Veracruz y Puerto Madero tienen cabida para almacenar combustible por seis días. Entonces, ¿dónde se preservará la gasolina que se importe?, ¿quién pagará la infraestructura?”, remarcó.